Por: Maryuri Herrera Espinoza
San José, Costa Rica
14.3.2024

     Cada 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. La necesidad de conmemorar un Día Internacional de la Mujer nace al final del siglo XIX, después de la Revolución Industrial. Este fue un período histórico que transformó la economía y el modo de trabajo desde finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Sin embargo, uno de los problemas más grandes era que muchas mujeres eran explotadas y ninguna ley las protegía.

El 8 de marzo de 1857, las mujeres que trabajaban en la industria textil, en Nueva York, organizaron una huelga. Ellas peleaban para que hubiera salarios más justos y condiciones laborales más humanas. Sin embargo, al momento de alzar la voz, los agentes de la policía las detienen. Dos años más tarde, las manifestantes crearon su primer sindicato para pelear por sus derechos.

51 años después, el 8 de marzo de 1908, 15,000 mujeres vuelven a tomar las calles de Nueva York para exigir un aumento de sueldo, menos horas de trabajo, derecho al voto y prohibir el trabajo infantil. El eslogan que utilizaron fue “Pan y Rosas” ya que, el pan representaba la seguridad económica, y las rosas, una mejor calidad de vida.

Una terrible tragedia

     El 8 de marzo de 1908, 129 mujeres trabajadoras murieron en un incendio en la fábrica Cotton (Nueva York, Estados Unidos) al levantarse en huelga ante las condiciones desiguales: jornadas de trabajo superiores a las 10 horas, salarios en desventaja con respecto a los hombres, condiciones insalubres. Aun así, fueron encerradas por sus patrones y un total de 123 trabajadoras y 23 hombres murieron calcinados. El número de heridos fue de 70. La víctima más grande tenía 43 años y la más joven, 14 años. ​Esto impulsó a las mujeres a continuar la lucha. No fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial que más países también se unieron y comenzaron a conmemorar el Día de la Mujer.

En el año de 1975, las Naciones Unidas conmemoró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo. Hoy en día, la lucha sigue por erradicar la violencia de género y lograr que exista equidad entre mujeres y hombres.

“Para lograr una equidad de género es esencial seguir explorando las oportunidades, así como las limitaciones, para permitir que las mujeres y las niñas tengan voz y participen en igualdad en la toma de decisiones. Sin equidad de género hoy no hay derechos humanos, el futuro igualitario, fraterno y sororal seguirá estando fuera de nuestro alcance”. La lucha por la equidad es justamente eso, una lucha, porque la desigualdad sigue estando presente en la sociedad, las familias y las iglesias.

La Organización de Naciones Unidas, ha establecido para este año 2024, el lema: “Invertir en las mujeres, acelerar el progreso”

El mundo se enfrenta a numerosas crisis, desde conflictos geopolíticos hasta niveles de pobreza en aumento, pasando por el impacto cada vez mayor del cambio climático. Estos retos solo pueden abordarse con soluciones que empoderen a las mujeres. Invirtiendo en las mujeres podemos impulsar el cambio y acelerar la transición hacia un mundo más sano, seguro e igualitario para todas y todos.

Hay que seguir reivindicando derechos para todas. Para las que estamos aquí y las que están lejos. Para seguir trabajando en las “discriminaciones múltiples” que aún hoy siguen generando situaciones de desigualdad y que siguen impidiendo el logro de una equidad real y efectiva entre mujeres y hombres.