Por: Andrea Leticia Zavala
San Pedro Sula, Honduras
21-7-2025
En el marco de la misa dominical del 6 de julio de 2025, fueron admitidos al movimiento de Seglares Claretianos los hermanos: Flor Hernández Arias, Pablo Moncada Peña, Juan Carlos Mena, de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, San Pedro Sula. Zelma Zobeida Briseño, Daniel Josué Daniel López, de la parroquia San Antonio María Claret, Los Naranjos, y Mayra Leonila Alanchan, de la parroquia Sagrado Corazón de María, Sector Rivera Hernández.
Se unen así a la comunidad ya existente, que lleva como nombre la advocación del Padre Manuel de Jesús Subirana.
Después de un tiempo de preparación y discernimiento, acompañados por la familia claretiana, estos hermanos han dado su “sí”, que es también su compromiso de llevar el Evangelio desde el carisma misionero, al estilo de nuestro padre fundador, San Antonio María Claret.
Acompañados por las lecturas de ese domingo, en las que Jesús envía a los discípulos de dos en dos, recibieron el envío como anunciadores del Evangelio. Allí donde lleguen, que lleven la paz y sean agentes de reconciliación y esperanza.
Desde el carisma misionero claretiano, buscamos “hacer con otros lo que solos no podemos”, facilitar el camino a los demás y, sobre todo, que sus corazones ardan en caridad y abracen con ternura a todos los que encuentren en su camino.
Es importante resaltar que muchos de ellos son fruto del impulso vivido durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2019, así como del acompañamiento constante de sacerdotes, religiosos y seglares claretianos.
Compartimos el testimonio de nuestra hermana Mayra Leonila Alanchan: “Fui motivada e invitada por la hermana Aminta Banegas, quien también es seglar. Gracias a ella por la invitación y por hacerme parte de esta familia.
En mi proceso, antes de decir ‘sí’, hubo dudas, incluso noches de insomnio al pensar en el compromiso que significa ser seglar claretiana.
Durante la formación, algo que siempre me llamaba la atención era la frase: ‘¿Cómo está tu corazón?’ Saber que alguien se preocupa por tu vida me tocó profundamente; aunque al principio me cuestionaba.
Con el tiempo, me fui dando cuenta de que, a través de las reuniones y formaciones, comenzamos a conocer más a fondo las historias y personalidades de cada uno, y eso me ayudó a ver que estábamos construyendo una verdadera comunidad. Fue eso lo que me hizo quedarme.
Poder comprometerme, trabajar con otros y sentirme acompañada por la hermana Aminta, me hace confiar en que haré bien mi servicio pastoral”.
Con alegría damos gracias a Dios por el “sí” de cada uno, y pedimos que este compromiso dé frutos abundantes.
En medio de la alegría por los nuevos consagrados, también recordamos con amor a nuestra hermana Isabel, quien partió a la Casa del Padre, pero cuya presencia sigue viva entre nosotros. Su testimonio, su entrega generosa y su fe encendida nos acompañan aún desde lo alto.
Colocamos su imagen como un gesto de gratitud y memoria, porque creemos firmemente que ella también celebra con nosotros este “sí” valiente, y continúa animándonos a vivir con pasión el carisma claretiano.
“El amor de Cristo me urge: por eso no puedo callar”. – San Antonio María Claret