Por: María Soza
Managua, Nicaragua
22.10.2024
Sin darte cuenta, ya Dios junto con María Santísima te llevan por caminos en los que no planeas, y desde ahí hacemos camino junto con otros en misión compartida. Recibí el sacramento de la Confirmación a finales del 2012 en la iglesia Claretiana del Inmaculado Corazón de María Las Palmas.
Pocos años más tarde me integré a las comunidades del Camino Neocatecumenal nacido en 1964 en las chabolas de Palomeras Altas, en Madrid (España), inició entre los últimos de la sociedad; pobres y marginados que, después de recibir el anuncio de Cristo, es el Espíritu Santo quien suscita un proceso de iniciación cristiana semejante del catecumenado de la Iglesia primitiva.
Luego de unirme a una comunidad, me integro a un coro juvenil Regina Coeli recién creado a finales de junio del 2022, poco después de regresar a la normalidad tras lo vivido en pandemia causada por el COVID-19. Tiempos en los que se había perdido la costumbre de asistir a la iglesia por miedo al contagio, pero un grupo de jóvenes tomaron la iniciativa de dar este servicio.
En la juventud a nivel general, no se planea ser parte de algún grupo parroquial y buscar a Dios por encima de todo por una sencilla razón: es más divertido y cómodo buscar el placer, éxito y el gozo fuera de la iglesia. Pero sucede algo, el Espíritu Santo descendió sobre María y los apóstoles en Pentecostés para guiar a su iglesia y salir del encierro. Así es como ellos dos, me han sacado del encierro en mí misma para salir ante los demás y dar testimonio del por qué me encuentro en donde estoy; no es casualidad que María y el Espíritu Santo ha inspirado tanto el Camino Neocatecumenal y el coro nombrado en su honor en los que pertenezco.