Por: Paul Robinson
Ciudad de Panamá, Panamá
21.10.2024
El pasado 12 de octubre, en el Santuario Nacional del Corazón de María, en la ciudad de Panamá, celebramos con gran devoción la jornada Eucarística y Mariana, en conmemoración de la Virgen de Fátima y siendo uno de los más fervientes compromisos dentro del catolicismo ante el Inmaculado Corazón de María, el rezo del Santo Rosario.
La Virgen de Fátima, reconocida como Nuestra Señora del Rosario de Fátima, siendo una de las apariciones con la que se ha manifestado la Virgen María, tiene su primera de seis en Cova de Iría, Fátima, en Portugal, el 13 de mayo de 1917, ante el testimonio de tres pastorcitos llamados Lucía Dos Santos, Jacinta y Francisco Martos (primos de Lucía), quienes seguirían fielmente, el transmitir y guardar las peticiones y secretos que la Virgen María pidió llevar y divulgar al mundo; en su momento justo.
En lo sucesivo, otras cinco apariciones ante ellos tendrían lugar hasta el 13 de octubre de 1917. Sin embargo, las primeras manifestaciones divinas antes los pastorcitos se dieron entre la primavera y verano de 1916, con el Ángel de la Paz (llamado así por ellos), quien les había enseñado a rezar para pedir por la conversión de los pecadores. Ellos mismos narraron que los consejos del sacrificio diario y adoración a Dios Padre a través de la eucaristía serían parte de su preparación ante las visitas de la Virgen María.
En la primera aparición, la Virgen María les pide retornar todos los días, a la misma hora y en el mismo lugar, durante seis meses consecutivos con la misión de rezar el rosario. En la segunda aparición, en junio, se les había anunciado la muerte de Jacinta y Francisco. Durante el brote de la gripe conocida como <<gripe española>>, ambos enfermaron en diciembre de 1918. Francisco no se recuperó y falleció en abril de 1919. Jacinta, logró levemente recuperarse, pero a causa de otras complicaciones fallecería en febrero de 1920.
La Virgen pedía la práctica del arrepentimiento, de la oración y la penitencia, como camino para reparar las injurias cometidas por la humanidad. Muchos de los mensajes transmitidos eran el presagio de guerras y otras desavenencias que el mundo sería testigo. Para la tercera aparición, el 13 de julio de 1917, se daría el llamado <<secreto de Fátima>>, mismo que se diera a conocer por la Santa Sede durante el pontificado de Juan Pablo II. Luego de la tercera aparición, los niños fueron secuestrados por orden del alcalde de Vila Nova de Ourém y sometidos a castigo físico para que revelaran el secreto, pero su Fe fue mayor.
En los siguientes meses, eran ya conocidas las manifestaciones por lo que una multitud de creyentes asistían al lugar donde los pastorcitos iban a su encuentro con la Virgen, que a través de ellos, pedía fervorosamente por el rezo del Santo Rosario para la conversión de los pecadores y del mundo entero. La Virgen también solicitó la construcción de una capilla en el lugar; sitio que forjó los cimientos del actual Santuario de Fátima.
La última aparición se dio a los tres pastorcitos el 13 de octubre de 1917, día en que unas 70,000 personas fueron testigos del llamado <<milagro del sol>>.
Para el 12 y 13 de mayo de este año, el Papa Francisco asistió a Fátima en la celebración de los 100 años de la primera aparición. Durante su visita fueron canonizados dos de los videntes, Jacinta y Francisco Marto.
El Santuario Nacional del Corazón de María, cuenta dentro de sus reliquias con una astilla de la madera que proviene del ataúd de Jacinta y Francisco, misma que fue exhibida junta a la imagen de la Virgen de Fátima (en cedro, bellamente restaurada) y que nos acompañó durante el rezo de las cuatro partes del Rosario, organizado por la Archicofradía del Corazón de María con la participación de todas las pastorales de nuestra comunidad parroquial.
Los orígenes del Santo Rosario datan del año 1214, cuando la Santísima Virgen se le apareció a Santo Domingo de Guzmán (1170 – 1221), fundador de la Orden de los Predicadores o “Dominicos”, siendo él considerado precursor de esta práctica devota; muy utilizada para hacer frente a las herejías.
Es el Papa Juan Pablo II, a través de su Carta apostólica “Rosarium Virginis Mariae”, quien declaró <<Año del Rosario>> el iniciado el 16 de octubre de 2002; considerando conveniente incorporar a los 15 Misterios originales (Gozosos, Dolorosos y Gloriosos) los Misterios Luminosos, que llevan consigo momentos muy significativos de la vida de Jesús.
El Santo Rosario se compone, en la actualidad, de 20 Misterios como retratos enmarcados de las vidas de Jesús y María, divididos a su vez en las llamadas cuatro partes del Rosario (Gozosos, Dolorosos, Gloriosos y Luminosos) y que constan de 5 Misterios cada uno. En cada misterio rezamos un Padre Nuestro, diez Ave Marías y un Gloria. La Jaculatoria, “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Líbranos del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas especialmente a las más necesitadas de tu misericordia”, nos hace permanecer dentro de la voluntad de Dios y reconocer su magnífica presencia entre nosotros. ¡Así Sea!