Guatemala, 24 de julio de 2019.

Dignificando a las personas en situación de migración, refugio y trata.

Por el derecho a migrar cuando el derecho a no emigrar no se ha respetado.

Participaron delegaciones de las Diócesis y Vicariatos Apostólicos, direcciones y coordinaciones de albergues o casas para migrantes y redes eclesiales en misión con personas migrantes, refugiadas y víctimas de trata en Guatemala (Red Franciscana con Migrantes, Red Jesuita con Migrantes, Congregación Inmaculado Corazón de Jesús, Conferencia de Religiosos y Religiosas de Guatemala-CONFREGUA, Misión Redentora, Red Internacional Scalabriniana de Migración).

Las migraciones forzadas no deseadas a causa de corrupción, impunidad, violencia, pobreza miseria, personas organizadas para el crimen, amenazas a personas defensoras de derechos humanos y culturales, defensoras de ríos y montañas, hoy por hoy, son una realidad.

Esas migraciones no deseadas han de ser ser abordadas desde una perspectiva altamente humanitaria, integral y, para nosotros gente de fe, con un espíritu de religación con Dios, la naturaleza y las demás personas.

Nos oponemos enérgicamente a los abordajes puramente económicos con enfoque en remesas y ganancias, a utilizar a personas migrantes y refugiadas como botín político, proselitista y electoral, a los discursos que destilan alto contenido de difamación, discriminación, xenofobia, racismo y criminalización.

Menos aún aceptamos los abordajes espurios y mal intencionados que no suman a crear fraternidad y respeto entre personas y naciones.

Creemos en la fraternidad universal en donde cada persona se muestra hermana y hermano habitando bajo la misma casa común.