Centro Claret, Guatemala, 13 de julio de 2025.

Por Jesús Jiménez Contreras.

Con un fuerte espíritu de comunión, discernimiento y esperanza, concluyó la Asamblea Pre-Capitular de la Provincia Claretiana de Centroamérica: un espacio donde laicos y misioneros compartieron reflexión, escucha y sueños, iluminados por la invitación del Espíritu a “ver hasta descubrir” lo que el momento presente clama para la vida y la misión.

El tercer y último día inició con una oración profunda, animada por los equipos de Panamá y Honduras, centrada en el Evangelio del Buen Samaritano (Lucas 10, 25-37). Este pasaje fue fuente de inspiración para recordar que la misión no se realiza en soledad, sino en comunión: como cuerpo, como familia. La oración incluyó una dinámica simbólica: tejiendo una red entre todos los participantes, se sostuvo una cruz en el centro, signo visible de que solo unidos se sostiene la misión.

La voz de los laicos: claridad, valentía y esperanza
Uno de los momentos más significativos fue la lectura de la carta que los laicos redactaron en la primera Asamblea Pre-Capitular del año 2019, un documento que aún ilumina los caminos de corresponsabilidad misionera. A continuación, los laicos participantes de esta nueva Asamblea, desde la escucha al Espíritu y el eco de lo vivido, redactaron una nueva carta dirigida a los Misioneros Claretianos, en la cual recogieron:
• Las virtudes que reconocen en la vida claretiana: entrega, pasión misionera, cercanía al pueblo.
• Las dificultades que aún pesan: estructuras rígidas, falta de apertura en algunos espacios, centralización.
• Los sueños compartidos: mayor corresponsabilidad, apertura formativa y una misión encarnada en la realidad de los pueblos.

Este mensaje fue leído en presencia de los Misioneros Claretianos, en un ambiente de respeto, escucha fraterna y profunda interpelación. El P. Ismael Montero, CMF, Superior Provincial, dirigió palabras cercanas a los laicos, reconociendo que la Provincia debe seguir abriendo caminos donde ellos puedan asumir misiones que antes fueron exclusivamente de los misioneros, en sintonía con los signos de los tiempos.

El P. Pedro, en representación del Gobierno General, expresó su gratitud y aliento, reconociendo la riqueza de esta Asamblea como un paso importante en el camino hacia el próximo Capítulo Provincial.

Fraternidad compartida: un cierre con sabor a familia
La jornada concluyó con una mesa compartida, verdadero signo de fraternidad entre la familia claretiana. La comida, sencilla y vivida en comunidad, fue prolongación del espíritu cultivado durante los tres días de Asamblea: cercanía, apertura y comunión misionera.

“Ver hasta descubrir”: una actitud que queda sembrada
Esta Asamblea no fue solo un espacio de trabajo. Fue una oportunidad para ver de verdad las realidades de la Provincia, descubrir lo esencial y despertar compromisos concretos. Se ha sembrado una mirada nueva: más honesta, más profunda, más esperanzada.

El llamado es claro: ver hasta descubrir a Dios en las heridas, en las búsquedas, en los rostros nuevos, y caminar como familia misionera con ojos abiertos, corazón disponible y pies ligeros.

Pulse aquí para leer el mensaje de los laicos participantes en la Asamblea: Queridos claretianos de Centroamérica