Por: Angela María Rodríguez P.
Ciudad de Panamá, Panamá
23.5.2024
Cuando oramos por las vocaciones, muchas veces lo hacemos de forma automática u orando por vocaciones de cualquier parte del mundo, pero que bonito es cuando estas oraciones tienen rostro, tienen nombre y apellido, tal es el caso de nuestro querido Josué Edilberto Lemus Cruz, un Misionero Claretiano Hondureño, sencillo, recto y de buena plática que actualmente sirve en la misión de la Palma, Darién.
Un día como cualquier otro recibo un mensaje en donde muy alegre me decía el ahora Sacerdote Josué, cmf que llegaría el día de su ordenación, y fue una felicidad que se quedó en mi corazón, que en ese justo momento comenzaron los planes de acompañarle en este día tan especial, seguíamos esperando una fecha puntal hasta que nos comparte la noticia de que su ordenación será justamente en torno a Pentecostés, en ese instante pensé: Señor, que grande has sido con tu hijo, ya que así como a los discípulos, comenzaría una nueva etapa dentro de su vocación, ahora Sacerdotal.
Hicimos maletas y en un abrir y cerrar de ojos estábamos en vísperas de la ordenación con su querida familia, jóvenes del propedéutico, sacerdotes, diácono, hermanos y todos los laicos de Honduras, Arizona y de países como El Salvador, Nicaragua y Panamá le acompañábamos. Arizona nos recibió con un calor, que asemejaba a esas lenguas de fuego, a ese fuego misionero del Espíritu, que no fue impedimento, si no, motivación para mantener el ánimo de ver a Josué, sacerdote para siempre; así que entre bailes y avivamiento comenzaba esta tan esperada Ordenación Sacerdotal, en donde más de 700 personas (sin contar a los que seguían por las redes y medios de comunicación) sentían esta misma alegría por nuestro hermano Lemus Cruz.
Y si de hermanos hablamos, no quisiera dejar de mencionar a sus hermanos misioneros, que sin duda dieron la milla extra con la atención debida a personas y momentos en el antes y después de tan especial momento. El saber que los que le acompañaban fueron sus maestros, guías y que ahora luego de tantos años de aprendizaje y crecimientos, son hermanos en el Orden.
Antes de finalizar no puedo olvidar mencionar la primera misa del R.V. Josué Lemus Cruz, cmf que también estuvo llena de mucho amor, y familiaridad, en donde grandes y chicos de su comunidad, veían maravillados a este nuevo Sacerdote, que, aunque quisieran que sea solo para ellos, bien decía Claret: “Mi espíritu es para todo el mundo”.
¡Que el Señor siga bendiciendo y derramando sus dones sobre nuestro nuevo sacerdote misionero Josué Edilberto Lemus Cruz!