Por: Reyna Elizabeth De la Cruz
Izabal, Guatemala.
28.2.2024

   Entre el 18 y el 25 de febrero, hemos tenido en la parroquia San Antonio de Padua, Semají; la Semana Misionera, con el objetivo de fortalecer y revitalizar la fe del pueblo en las comunidades de la zona castellana. Sin duda, las actividades permearon los corazones y la buena voluntad de todos. Caminando juntos por el mismo objetivo, los resultados se convirtieron en la plegaria escuchada de quienes sufren la anomia social.

A través de la visita de los misioneros, convocados por el P. Abel Carbajal, se logró llegar a lugares tan extraviados como abandonados por el gobierno, visualizando entre tantos, al enfermo que sufre sus dolencias arropado con la pobreza, el hambre, la soledad, más no sin fe; reconociendo que la llegada de un visitante es un consuelo ante este panorama.

Fue palpable la alegría de las comunidades al habérseles incluido en estas actividades porque les devuelve la esperanza y la certeza que no están solos y que sus oraciones son escuchadas por un Dios que mueve corazones, en aquellos que, dejando sus responsabilidades por un tiempo, van a anunciar el Reino de Dios. La Iglesia sigue siendo luz por los caminos de la indiferencia y la incertidumbre reconociendo en cada hogar el rostro humano de Dios.

Sabemos que siempre habrá mucho que hacer por el prójimo y tenemos la esperanza de continuar llevando la Palabra de Dios para animarnos mutuamente porque aún falta mucho por recorrer. Esta es una tarea permanente, la misión continúa.