Por: P. Jeremías Lemus, cmf

Honduras
11.12.2023

El evangelio como fuente inspiradora. Esta es una de las peticiones que hacemos a Dios cada vez que rezamos el padrenuestro. Y si bien es una invocación para que, teniéndolo, nunca nos falte, en muchos lugares es un grito que se vuelve un reto para luchar por tener cada día un pedazo de pan.

Dos cosas que Jesús hizo en su ministerio público fue, dar de comer a la muchedumbre y curar enfermos. Siguiendo al Maestro del que somos discípulos, en el sector Rivera Hernández, desde hace algún tiempo se intenta convertir estos signos de Jesús, en proyectos de desarrollo social. Para ello, con el apoyo externo y con gestiones locales ha ido implementándose dos iniciativas, la Panadería Infinity y el Dispensario Padre Claret.

Enfrentando los desafíos con respuestas. Ambas iniciativas, se han convertido en proyectos de desarrollo humano por los misioneros claretianos en distintos momentos, sin embargo, también han padecido los embates de la vulnerabilidad propia del lugar, huracanes e inundaciones. Por eso toca cada vez, encomendarse a Dios y volverse a levantar para que siga funcionando.

Durante un tiempo el dispensario médico contó con muchos servicios para la comunidad desfavorecida del sector, pero en este momento las cosas han cambiado, hay más opciones médicas entre dispensarios públicos y privados, como farmacias que ofrecen servicios de: venta de medicamentos y primeros auxilios. Por eso, el dispensario dio un giro hacia convertirse en un dispensario de medicina natural, sin llegar a la madurez y oferta de Biosalud de Arizona, sin embargo, sigue siendo una alternativa para los más necesitados del lugar.

Denles ustedes de comer. Al ser la alimentación, una necesidad de primer orden y teniendo en el sector tanta gente competente y capaz, con habilidades para generar productos de calidad, se ha organizado un grupo de personas con la finalidad de producir pan para ofrecerlo a la comunidad cristiana en primer lugar y a quienes les interese consumir el producto de la panadería de la parroquia.

Aparte de ofrecer una alternativa en el consumo, las personas que colaboran con las panaderías perciben un beneficio por las tareas realizadas. Y es, además, un modo de entrar en comunión con toda la comunidad cristiana en los momentos festivos y actividades para recaudación, que en vez de tener que comprar en otros establecimientos, la panadería les surte de su producto.

Al fin, dos iniciativas concretas que a partir de la sensibilidad evangélica se han concretado en proyectos llevados en clave de misión compartida.