Ciudad de Panamá, Panamá; 6 de agosto de 2023.
Por: Jessica M. Domínguez D.

Desde muy pequeña he disfrutado de la música, a manera de aproximación cantaba en misas y todo lo que escuchaba en la radio y di mis primeros pininos en algún coro del colegio, pero esto, ¡era otra cosa! Cuando en El Santuario Nacional del Corazón de María, anunciaron la apertura de una clínica de canto para adultos, me dije: ¿por qué no? Esta es mi oportunidad de aprender finalmente a cantar y me inscribí; lo que nunca imaginé es que el producto de esas clínicas serían formar un coro y menos que el debut sería durante la novena del Inmaculado Corazón de María, en el marco de la fiesta patronal de este año, que tanto significado tiene para la familia claretiana, al celebrar los 100 años de misión claretiana en nuestro país.

Así iniciamos esta aventura, entre clases de técnica vocal, prácticas, estudio, disciplina, perseverancia, fraternidad, muchos regaños, pero también muchas risas y una dirección por parte de dos maravillosos profesores: Luis Salas y Ana Patricia Lombardo, entregados artistas de la música lírica, quienes nos dedican su tiempo y su talento, con amor para que podamos “entrenar nuestros instrumentos” (la voz) y cantar.

A medida que hemos avanzado en los ensayos y conformado el repertorio de la misa típica que le dedicaremos a la Virgen el domingo 20 de agosto, me invade un sentimiento de alegría y profundo agradecimiento. Cantarle a mi Madre del Cielo es agradecerle, por los dones que su hijo Jesús ha puesto en nosotros, pero sobre todo por poder ponerlos a su servicio como parte de la liturgia.

Son 100 años de presencia Claretiana en Panamá y el coro “Cantus Cordis”, se hace presente en esta celebración.

¡Que viva el Inmaculado Corazón de María!