San José, Costa Rica; 30 de junio de 2023.
Por: Maryuri Herrera Espinoza

¿Es posible rescatar la memoria de esta mujer protagonista en los Evangelios?

Hoy, María Magdalena sigue siendo una figura polémica. Se le ha puesto todo tipo de nombres. Ella ha sido tema de diversas teorías y mitos a través de la historia. Con respecto a esta mujer los Evangelios la sitúan durante la Crucifixión de Jesús y cerca de la Tumba vacía en la mañana de la Resurrección (Mc16, 9; Mt 28; Jn 20, 1-18)

Pero; ¿por qué María Magdalena es la prostituta más famosa del mundo, cuando la Biblia nunca dice específicamente que ella era una prostituta? La mujer adúltera, sorprendida en el acto, a la cual los fariseos querían aplicarle la ley, no se menciona el nombre de esa mujer (Jn 8, 1-11). Es identificada con la mujer que unge con perfumes los pies del Señor, pero el nombre de esta tampoco es pronunciado aquí (Lc 7,36-50; Mt 26,6-13; Jn 12,1-12 “María de Betania”). La identifican siendo poseída por demonios (Lc 8,2) “7 que significa muchos, demasiados y demonios puede ser cualquier tipo de enfermedad o padecimiento”.

La identidad de María Magdalena como María de Betania y «la mujer quien fue una pecadora» fue establecida en un sermón que el Papa Gregorio I dio en el año 591. Y así pasó a la historia como el símbolo de la mujer prostituta. Esto carece de sólida base bíblica, se necesita algo más que conjeturas para una afirmación de este tipo. La afirmación de que “Magdalena no era prostituta” puede sonar extraña hoy, ya que estamos acostumbrados a lo contrario. Seríamos injustos con esa mujer, si continuamos perpetuando su función histórica de ‘pecadora, prostituta arrepentida’.

María Magdalena fue una mujer de fe, enfrentó desafíos, estuvo al lado de Jesús y lo amó profundamente. Mujer que lleva en su sangre la esperanza de días mejores, Magdalena aprendió de Jesús que eso se hace con justicia social, pero también con amor integrado, con pasión y ternura, vigor y carisma. Mujer apasionada, mujer del pueblo, despreciada, pero acogida por Dios. En Jesús, Magdalena vive y vivirá eternamente, porque Jesús vive dentro de ella. María Magdalena la proto-apóstol ya que fue la primera en dar testimonio de la Resurrección.

La iglesia rescató desde el 2016, por iniciativa del Papa Francisco, a la mujer que fue tachada durante siglos de prostituta, nombrándola la Apóstol de los Apóstoles.