Día 1: 26 de septiembre
En la primera mirada a los que van llegando al encuentro, salta a la vista que esta será una experiencia multicultural, multilingüe y ecuménico.
El encuentro es convocado por la Articulación Ecuménica Latinoamericana de Pastoral Indígena y el Consejo Latinaomericano de Iglesias (CLAI), que aglutina a Iglesias evangélicas. Las delegaciones de México, Brasil, El Salvador y Guatemala son las más numerosas.
El encuentro tiene como tema: la Palabra de Dios en la Palabra de los Pueblos ante la coyuntura del nuevo amanecer de la vida.
El lema que convoca es: “Los proyectos de vida de los pueblos originarios de Abya Yala frente a los nuevos desafíos del continente Latinoamericano”.
El coordinador del encuentro, el sacerdote mexicano Eleazar López (de etnia zapoteca), nos ha invitado a hacer ofrendas por regiones, las cuales se presentan en un altar al centro de la sala. En este gesto hemos escuchado los nombres de los pueblos y la voz de las diferentes lenguas presentes: una riqueza cultural que nos hace contemplar la riqueza de la vida que Dios ha regalado en nuestras tierras Latinoamericanas. Además hay misioneros de Alemania, España y Italia. El altar nos ha quedado al final como un gran tapiz de comidas, maíz, frijol, banderas, símbolos, semillas, flores, libros, licores y tinajas. Este es el primer discurso teológico que se expone: un símbolo de la palabra de los pueblos que nos habla de la llamada de Dios a la unidad y la fraternidad.
El Encuentro no solo es una expresión de los procesos de la pastoral indígena de la Iglesia Católica Latinoamericana; de hecho, en esta oportunidad es la Iglesia Episcopal de Guatemala la anfitriona del Encuentro. Nos vamos dando cuenta que hay una revalorización de la presencia y acciones de estas Iglesias hermanas en su tarea evangelizadora entre diferentes culturas.
Entre los presentes están agentes de pastoral que son iconos de los procesos de liberación y fortalecimiento de los pueblos indígenas en Latinoamérica, así como una significativa presencia de mucha gente joven que se va incorporando a los procesos. La vida religiosa y sacerdotes diocesanos tienen una presencia notoria. Hay representantes de Adveniat y de otras diversas organizaciones sociales que apoyan a los pueblos indígenas en sus luchas. Acompañan pastoras y postores presbiterianos, episcopales, luteranos, morabos y de otras iglesias, también un obispo episcopal. De momento no hay obispos católicos, aunque sabemos que el Obispo de Sololá está apoyando la actividad.
Ya en las presentaciones de Iglesias y pueblos se empieza a hacer eco de las luchas por la tierra, el agua, la valorización de las culturas, la luchas contra gobiernos, luchas contra la dominación cultural, conflictos religiosos, etc., un punto de partida de lo que será el contexto en el que se mueve la reflexión y las acciones en el acompañamiento de los pueblos indígenas. Ya empezamos a escuchar la palabra, los gritos y gemidos de los pueblos originarios, una voz que lleva viva la Palabra de Dios.
P. Julio Arváez, cmf.