Por: Doris Mejía, Seglar Claretiana
Ciudad de Guatemala, Guatemala
30-7-2025
Durante más de un siglo, los Seglares Claretianos, fuimos considerados un apéndice de la Congregación de Misioneros Claretianos. Poco a poco pasamos de colaboradores a asociados.
En 1979, se celebró en Río de Janeiro el primer encuentro de Asociados Claretianos con 80 participantes. Ese mismo año, cuatro laicos fueron invitados al XIX Capítulo General de los Misioneros Claretianos, cuyo mensaje resultó decisivo para la vida seglar.
El Movimiento quedó oficialmente constituido en la Asamblea General de Villa de Leyva (Colombia), en julio de 1983, donde se eligió el primer Consejo General y se redactó el Ideario. En la Asamblea de 1987, en Buenos Aires, se solicitó al Pontificio Consejo para los Laicos, la aprobación de los Estatutos. El 20 de abril de 1988, llegó la respuesta: el Movimiento era reconocido y erigido como Asociación Internacional de fieles de derecho privado. Se hacía realidad el sueño de San Antonio María Claret, de que los laicos tuvieran un papel activo en la evangelización.
Hoy celebramos 42 años de camino. El Consejo General confió a la región de Centroamérica —la más joven del Movimiento— la organización de esta conmemoración. Los seis países de la región, unidos como uno solo, prepararon una fiesta virtual en la que participaron más de 300 seglares de todo el mundo, conectados vía Zoom y Facebook.
La celebración incluyó saludos en lenguas originarias, oración inicial, Palabra de Dios, tema de formación y el mensaje de nuestro Secretario General, traducidos al francés e inglés. Se hizo memoria agradecida de las fundadoras y se compartieron presentaciones de distintas regiones; con especial fuerza de África por sus numerosas comunidades.
Hubo mensajes en vivo y por chat, en una auténtica lluvia de felicitaciones que colmó de alegría a los participantes. La jornada concluyó con la oración final y el himno a Claret: “Vamos siguiendo tus huellas, gritando al mundo Dios es amor”, que resonó en todos los corazones.