Por: Brenda Rímola
Ciudad San Cristóbal, Mixco, Guatemala.

17-6-24

     Esta solemnidad resaltó la promesa de Jesús cuando dijo a sus discípulos: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos” (Mt 28,16-20), haciéndola vida para todo el pueblo de Dios.

En la Parroquia San Antonio María Claret, la comunidad parroquial expresó su devoción con gozo, alegría y agradecimiento. La celebración de este año inició con una vigilia el sábado, en la que la Eucaristía fue el preámbulo a uno de los misterios más grandes de amor que Jesús nos ha manifestado. Esta vigilia seguida de un ágape, marcó un convivir en una comunidad que compartió el pan de vida y el amor fraternal.

El Domingo inició con una Hora Santa llena de corazones que se encontraron con el amor eterno. Y, entonces, llenos de su amor los grupos y movimientos se unieron desde su carisma y dones para decorar el recorrido de la Procesión Eucarística. Niños, jóvenes y adultos con pompones y cantos acompañamos a Jesús en varias estaciones en las que oramos y confiamos nuestra realidad a quien puede transformarla. Como corona a esta procesión, tuvimos una misa solemne en la que recibimos el alimento de vida con el gozo que solo Él nos puede dar.

Corpus Christi nos permitió experimentar que, al visitarlo y recibirlo asiduamente, Jesús verdaderamente está con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo.