Por: P. Fredy Cabrera, cmf.
Ciudad de Panamá, Panamá
23-2-24

Nos hemos reunido 28 Claretianos, provenientes de las diversas posiciones misioneras de la Provincia de Centroamérica, para dedicar estos días a nuestra formación permanente. Bajo la guía de nuestros hermanos Rodolfo Morales y José Enrique García hemos recibido numerosas pautas orientativas que nos permitan ejercer de la mejor manera nuestro liderazgo, haciendo vida el lema de nuestro encuentro: “Formarnos más para servir mejor”.

En la convocatoria nos recordaron que la Congregación quiere promover entre nosotros la cultura del discernimiento a todos los niveles particularmente en tiempos de sinodalidad. Invitados, en primer lugar, a ser líderes de nuestra propia vida y, después, animadores de nuestras comunidades, así como referentes en las zonas misioneras a las que somos enviados.

A menudo, no se nos proporcionan suficientes herramientas para gestionar el liderazgo encomendado. A través de los 13 módulos hemos descubierto que es una tarea que no se puede improvisar, que no depende de las solas fuerzas humanas y que necesitamos entrenarnos para ejercerlo. Nuestros líderes por excelencia siempre serán Jesús, María y nuestro Fundador, capaces de comprender que el camino es el del servicio y la entrega desinteresada.

Conscientes del compromiso de asumir el liderazgo, nos advierten sobre las tentaciones y enfermedades que podemos padecer, así como los factores que pueden ayudarnos a ejercer un liderazgo transformador y holístico. Es importante recordar que sin autocuidado correremos el riesgo de sentirnos quemados o frustrados en el intento. Todo ha de brotar de la comunión con Dios, de la identificación con su causa y de la constante asistencia de su gracia.

“El que lo pide todo también lo da todo, y no quiere entrar en nosotros para mutilar o debilitar sino para plenificar” (Papa Francisco, Gaudete et Exultate 175).