Ciudad de Panamá, 18 de marzo de 2023.
Por: Jessica M. Domínguez D.

“Les agradezco su compromiso en la construcción de una sociedad más humana, por su capacidad de captar la realidad con mirada creativa y corazón tierno. Este es un privilegio sólo de las mujeres.”
Papa Francisco, catequesis de la audiencia general, en el Día Internacional de la Mujer 2023.
Marzo es un mes dedicado a la reivindicación de los derechos de la mujer, sin embargo, la realidad es que aún nos falta mucho en cuanto a igualdad, sobre todo en aspectos laborales y culturales. No obstante, la iglesia católica, en los últimos diez años, ha aumentado significativamente el número de mujeres empleadas en el Vaticano, hasta alcanzar las 1,165, según cifras publicadas como resultado de una encuesta por Vatican News y el número de mujeres en puestos directivos también ha aumentado durante el pontificado del Papa Francisco.
Esta noticia me alegró mucho y es que no es más que poner en práctica el Evangelio; el mismo Jesús se dio a la tarea de reivindicar el lugar de la mujer en la sociedad judía, liberándola y haciéndola digna para ser discípula y seguidora, en fin, evangelizadora.
Evangelizar es dar a conocer la Buena Noticia, pero una forma de ello, es dar testimonio con nuestras vidas de la mejor manera, vivir al estilo de Jesús, esto puede leerse fácil pero no lo es, sin embargo, encontramos modelos de virtud como María, la Madre de Dios, quien desde la obediencia, acepta y colabora en el plan de Dios, ejerciendo desde su naturaleza femenina el papel de madre, humilde, sencilla, con amor, imponiendo disciplina, respeto y educando, desde la humanidad, al hijo de Dios.

Son muchas las mujeres las que se han sumado al plan de Dios, sirviendo desde diferentes ministerios, siempre al cuidado de los demás, familia, hijos, esposos, padres, amigos, hasta de la casa común, incluso en muchas ocasiones pasando a un segundo plano, por eso me atrevo a decir con certeza que las mujeres cuidamos de todos, por eso Dios cuida de nosotras. Este mes de marzo, en el cual recordamos a San Oscar Arnulfo Romero, es hermoso ver como desde la mujer también hay martirio, en nuestra propia comunidad claretiana, hay una religiosa mártir, beata, Misionera de María Inmaculada, la Beata María Patrocinio, una mujer consagrada, profundamente enamorada de Jesús, de una fe fuerte y valiente y una sólida identidad claretiana, comprometida con el servicio misionero a través de la educación y la promoción de la mujer. Seamos mujeres al servicio del reino de Dios, comprometidas con lo que hacemos, amando, desde nuestra propia naturaleza de ser delicadas, pero a la vez fuertes, ayudando a otras mujeres a sentirse hijas de Dios, siendo valientes hasta dar la vida por la causa de Jesús.