Martes 19 de septiembre de 2017

 

“Queremos con los rasgos carismáticos en la misión seguir evangelizando desde las prioridades a las comunidades de Centroamérica”. Frente a esta inspiradora frase daba comienzo el martes la primera jornada del V Encuentro Claretiano de Formación en Misión Compartida en el “Centro San Pedro”, en Honduras. Un encuentro que reúne a cerca de 80 personas (laicos y laicas, Seglares Claretianos, Misioneros Claretianos y religiosas…) con un objetivo común: evaluar el impulso que se ha dado a las prioridades de la provincia centroamericana y discernir cuál debe ser el camino a seguir en los próximos años. Todo ello con la confianza de que es un trabajo que se realizará de forma compartida entre todos y todas, teniendo especialmente en cuenta a los jóvenes.

Además, desde el Gobierno Provincial ya habían recordado la noche anterior que este encuentro está enmarcado en el 50 aniversario de la fundación de la misión claretiana en Honduras y en la próxima beatificación de los 109 mártires claretianos entre otros acontecimientos.

Como no podía ser de otra manera, esta primera jornada comenzaba con una oración, en esta ocasión preparada por la delegación de El Salvador y con la mirada y el corazón puesta en nuestra Casa Común. Así, nos recordaron la necesidad de escuchar el grito de la tierra, que es el mismo que el grito de los empobrecidos.

Tras alimentar también el cuerpo con el desayuno y realizar las necesarias presentaciones, tanto del encuentro como de las personas participantes, tuvimos la oportunidad de viajar en la historia de Centroamérica. De la mano de los especialistas del ERIC (Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús), hicimos un recorrido por la supuesta independencia hace casi 200 años de la región. Así, nos recordaron como en Centroamérica, la independencia fue por decreto y no por la lucha de sus pueblos y cómo desde entonces el ejercicio de la soberanía siempre ha estado del lado de las élites. Precisamente en esta línea, desde el equipo jesuita presentaron el proyecto Soberanía 2021, con el que se quiere abrir un periodo de reflexión acerca de qué Honduras se quiere de cara al segundo centenario de la independencia del país.

La esperada comida daba paso a una merecida siesta para algunos y un espacio para conversar para otros. Ya con fuerzas renovadas, la tarde comenzaba con la grata presencia de Monseñor Ángel Garachana, Obispo de la Diócesis que nos acoge: San Pedro Sula. Tras contar alguna divertida anécdota, Garachana nos daba algunas claves sobre cómo debe ser la evangelización en la Iglesia en América Latina hoy. Así, nos animaba a seguir construyendo una Iglesia de discípulos en camino donde lo verdaderamente importante sea la experiencia del encuentro con Jesús. Todo ello acompañado de una irrenunciable tarea de formación.

A continuación, tocaba seguir compartiendo, pero en esta ocasión celebrando la Eucaristía. Animada por la delegación de Guatemala, fue el momento de recordar, y rezar, por la complicada situación que atraviesa el país en materia de corrupción.

Tras la cena, Costa Rica y el Salvador tuvieron su momento para explicar el gran trabajo que realizan desde Pastoral Social y JPIC (Justicia, Paz e Integridad de la Creación). Y casi por sorpresa, la música dio paso a unos bailes donde los centroamericanos pudieron demostrar que llevan el ritmo en las venas.

Con el corazón alegre por lo compartido, los participantes nos fuimos retirando. Era el momento de descansar y recordar que en pocas horas retomaríamos el trabajo de seguir haciendo realidad el Evangelio.

 

Miércoles 20 de septiembre de 2017

 

La Iglesia en salida que nos demanda el Papa Francisco se hacía presente a primera hora de esta segunda del V Encuentro de Formación en Misión Compartida y a través de la oración dirigida por la comisión de Costa Rica. A través de varias estaciones del Vía Lucis y Viacrucis nos hicieron reflexionar sobre el mundo en el que vivimos y el que queremos construir.

Después de desayunar, los más jóvenes nos pusieron a cantar y bailar y Óscar Barrera cmf. nos compartió la crónica del día anterior. Sin tiempo que perder, se presentaron las nuevas incorporaciones recién llegadas de Tela (Honduras) y el Prefecto de Apostolado, José Vidal, nos compartió de dónde surge la experiencia misionera y de la necesidad de encender el fuego en la Iglesia y en el mundo, según está plasmado en el Proyecto Provincial de Vida Misionera (PPVM). Además, nos recordó los rasgos característicos de nuestra misión que debe ser compartida, en diálogo, solidaria y en clave vocacional; así como las prioridades pastorales. En este sentido, animó a trabajar por una Iglesia que sea comunidad de comunidades y por una evangelización en clave bíblica y JPIC y teniendo muy en cuenta a las nuevas generaciones y a los medios de comunicación.

Vidal dio paso al Provincial, Ismael Montero cmf., quien nos habló de los rasgos carismáticos en la misión. Partiendo del XXV Capítulo general de los Misioneros Claretianos, recordó que Dios nos sigue hablando y nos interpela desde diferentes lugares. Además, insistió en que somos Misioneros con Espíritu, oyentes y servidores de la palabra, misioneros en comunidad, enviados a evangelizar y escuchar a los pobres, con toda la Iglesia y quienes buscan la transformación del mundo, abiertos a todo el mundo y en diálogo profético.

Fredy Cabrera cmf. fue el encargado de presentar los avances del servicio de animación bíblica de la provincia, entre los que se encuentran el envío de dos Misioneros Claretianos al servicio bíblico a tiempo completo y la presencia de dos mujeres laicas representando a la provincia en REBICLAR (Red Bíblica Claretiana de América).
Antes del almuerzo llegó el tiempo de los seglares claretianos. Angélica Lombardo presentó su compromiso en la Parroquia Santuario Nacional de Panamá y resaltó que los seglares vienen a ser el apoyo necesario para los Misioneros Claretianos. Por su parte, el hondureño Juan Carlos Díaz invitó los laicos a ser parte de este movimiento claretiano.

Ya con el estómago lleno, los protagonistas fueron las nuevas generaciones. Jeremías Lemus cmf. nos explicó que en el trabajo con los jóvenes confluyen tres secretarías y dos prefecturas que realizan un trabajo común muy enriquecedor. En todas ellas se busca abrir el espacio para hacer jóvenes misioneros.

A continuación, se presentó uno de los eventos más esperados por los jóvenes en los próximos meses: la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá 2019. Una jornada para la que los jóvenes ya trabajan sin descanso sin olvidar que se trata de una oportunidad única de encuentro con Dios y con otros jóvenes. Un trabajo que se hace de forma organizada desde la JUCLA (Juventud Claretiana), cuyo logo también nos presentaron en este espacio. La tarde terminaba con la presentación de una de las novedades de la Provincia: PROCLADE Centroamérica (Proyectos Claretianos para el Desarrollo). Un espacio nacido en Guatemala desde el que se quieren dinamizar proyectos de desarrollo y fomentar el voluntariado.

Por la noche, el trabajo bíblico volvió a ser protagonista. Así se expuso el trabajo en Usulután (El Salvador) y el Servicio Bíblíco a la juventud. Todo ello sin olvidar uno de los contextos más importantes que rodea este encuentro: el 50 aniversario de la presencia claretiana en Honduras. Así, Javier Hernández cmf. nos expuso las actividades que se tienen preparadas en San Pedro Sula, Tela, La Ceiba y Arizona, donde se aprovechará el aniversario para hacer un homenaje a los Misioneros Claretianos que han pasado por esa parroquia y un lanzamiento de la Misión parroquial que tendrá lugar en 2018.

De esta forma terminaba un día cargado de experiencias compartidas. Solo quedaba descansar y prepararse para la tercera jornada del encuentro, cuando veremos, tocaremos y sentiremos la lucha de las comunidades hondureñas en defensa del territorio y los derechos humanos.

 

Jueves 21 de septiembre de 2017

 

 

Durante la tercera jornada de este V Encuentro de Formación en Misión Compartida seguimos intentando hacer realidad las palabras del Papa Francisco de ir a las periferias.

Conscientes del gran día que nos esperaba, tras un rápido desayuno nos montamos en el bus que nos llevaría hasta nuestro destino. Y aunque tuvimos algún problema mecánico, hicimos nuestro el dicho de “a mal tiempo buena cara” y aprovechamos el viaje, un poco más largo de lo previsto, para seguir compartiendo cantos y risas.

Nuestra primera parada fue en el campamento de lucha y resistencia de Pajuiles, comunidad que pertenece a la Parroquia de Mezapa pero que también se ha acompañado desde la posición claretiana de Arizona. A escasos metros de la carretera, desde hace varios meses, luchan por evitar que la empresa Hidroceps instale una hidroeléctrica sobre el río que les da vida. Allí pudimos descubrir de primera mano…

El autobús, y nuestras ganas de seguir conociendo, nos llevaron hasta el proyecto de Biosalud Claret en Arizona. Una rica y saludable merienda calmó nuestros estómagos mientras los impulsores y voluntarios de este proyecto nos explicaban sus orígenes y el trabajo que actualmente realizan. Así, conocimos un equipo joven que ha hecho una clara apuesta por hacer accesible a todos y todas la medicina natural y las recomendaciones para llevar una alimentación sana.

Tras una fugaz visita a la Parroquia Nuestra Señora del Pilar en Arizona nos despedíamos de este municipio para dirigirnos hacia Tela. La comunidad garífuna de Barravieja nos esperaba. Una comunidad en la que se respira el mar y la lucha desde el primer momento en el que uno entra. Tras caminar unos minutos bajo el sol y sobre la arena, se generó uno de los momentos más mágicos del día. Todos sentados, pudimos escuchar, y admirar, la historia de resistencia de esta comunidad que ha tenido que enfrentarse al abandono de las autoridades y al intento de proyectos turísticos de instalarse en sus tierras ancestrales. Una historia de lucha que también compartieron desde el campamento de Hilamito…

Las canciones y los tambores garífunas y un rico pescado para almorzar dieron paso a una tarde en la que muchos aprovecharon para bañar en el mar o simplemente para disfrutarlo desde fuera. Y casi sin darnos cuenta llegó el momento de despedirse de la comunidad no sin antes recordarles nuestro apoyo a sus luchas y cómo estas comunidades son inspiración para seguir nuestro trabajo.

La vuelta en autobús… Cena y Karaoke…

 

Viernes 22 de septiembre de 2017

 

 

En esta cuarta y última jornada del V Encuentro de Formación en Misión Compartida tocó recoger todo lo analizado durante los días anteriores y decidir cuáles eran los pasos a seguir. Así, tras alimentar el alma y el cuerpo, con la oración y el desayuno respectivamente, nos propusimos establecer propuestas para fortalecer las prioridades de la provincia. Así, divididos por países, dialogamos sobre los compromisos que queríamos adoptar en cada uno de los países, siempre teniendo en mente la necesidad de entrelazar las prioridades y no dejarlas aisladas. Unos compromisos y sugerencias de las que tomaron buena nota desde el Gobierno Provincial y que dejaron espacio para el que sería el último almuerzo del encuentro.

Ya por la tarde, de nuevo el Gobierno Provincial dio voz a todo aquel que quisiera lanzar sugerencias, ideas, propuestas de mejora… En este espacio se habló ampliamente del uso que desde la provincia se da a los medios de comunicación y se hizo especial hincapié en utilizar los medios ya existentes. En este sentido, Fredy Ramírez cmf, recordó que cada posición y cada país debe asumir la responsabilidad de comunicar aquello que hace.

Además, en este espacio también se trató la posibilidad de que cada país tenga su propio encuentro de Misión Compartida, algo que se estudiará en la próxima reunión del Gobierno Provincial Ampliada.

Posteriormente, las experiencias educativas de la provincia tomaron el micrófono para dar cuenta del trabajo, tanto educativo como pastoral, que han venido realizando en los últimos años. Así, descubrimos dos colegios (Costa Rica y Nicaragua) propiedad de los Misioneros Claretianos y otros dos colegios (Guatemala y El Salvador) que son parroquiales y en los que se trabaja por formar en valores y espiritualidad claretiana.

Tras una cena rápida, llegó uno de los momentos más esperados del encuentro: la celebración de los 50 años de presencia claretiana en Honduras. En una Eucaristía celebrada en una abarrotada Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, el Obispo de la Diócesis de San Pedro Sula, Monseñor Ángel Garachana, recordó los orígenes de los Misioneros Claretianos en Honduras así como el trabajo que han venido realizando desde entonces. Un momento emotivo en el que también hizo presencia la Provincia de Santiago (España) a través de un mensaje de su Provincial, Pedro Belderraín, cmf. Una celebración que estuvo seguida por una cena, un vídeo conmemorativo y un espacio para compartir con marimba incluida.

La vuelta a casa suponía que ya se acercaba el final de este encuentro. No obstante, todavía quedó tiempo para los últimos juegos y conversaciones. Así, poco a poco los participantes se fueron retirando a la cama con la confianza de que estos días darán buenos frutos en la misión compartida de seguir construyendo el Reino de Dios.