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Casa de Retiros Claret, Mixco – Guatemala
Miércoles 10 de agosto

Un día apacible y con mucho sol nos recibe y, como el pobre y rebelde de Asís, decimos: “Alabado seas, Señor” por esta nueva jornada.
El desayuno es el escenario de las primeras conversaciones, los pequeños acuerdos del comienzo del día y una sincera fraternidad. Los gestos sencillos de servicio en la mesa, nos predisponen a seguir creciendo en la amistad y el cuidado mutuo.

Sabás y Ernesto, nuestros hermanos mexicanos, nos invitan a hacer memoria de los mártires de América y de otras personas que marcan caminos de vida aún en nuestros pueblos. Al decir de Dom Pedro: vivos o resucitados. Una verdadera nube de testigos, una lista de nombres que se inscriben en el reverso de la Historia, en lo sagrado de la Historia. Gracias a muchos de ellos y ellas vivimos y nuestros hijos e hijas respiran aire más puro. Así cantamos en nuestro salmo. Finalizamos pidiendo en comunidad un corazón grande para amar y fuerte para luchar.

Pepe, de Perú Bolivia, nos ayuda en el servicio de la moderación. En primer lugar, se pide la lectura del acta anterior, la que se aprueba. Luego se cede la palabra a nuestras “antenas”, hermanos encargados de reconducir las reflexiones y resaltar lo importante. Mateo, Ismael y Pedro hacen sucesivos aportes.

José Vidal nos invita a escuchar el saludo del Prefecto General de Apostolado, Artur Teixeira, quien se excusa de no estar por el compromiso que asumió para la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia y a la vez nos envía palabras de gratitud por todo lo que hacemos, aliento y cercanía. Sobre el final de sus palabras desliza un recordatorio: “seamos contemplativos en la misión y activos en la contemplación”.

A continuación, vino la propuesta de presentarnos por Organismos. Brasil y San José del Sur lo hacen primero. Antes de la pausa, Ronaldo –por el equipo de Animación- nos sugiere quemar algunos de los ricos hidratos que estamos consumiendo con una hora de deporte. A pesar de que algunos no estamos a la altura de las circunstancias, se da el visto bueno. Después de la pausa fue el turno de Perú-Bolivia, Colombia-Ecuador, Colombia-Venezuela y Centroamérica. A su turno, Félix, concreto y con sentido de transversalidad, señala cuánto hace falta que nos descolonicemos y que descolonicemos nuestros ámbitos y contextos. Descolonizar: una palabra fuerte y muy significativa para la historia de nuestro continente.

Antes de almorzar nos visitó Margarita, hermana misionera del Sagrado Corazón de Jesús, quien hace parte de la Comisión de JPIC-CONFERCAM. Nos compartió el itinerario que este espacio ha hecho hasta lograr dar pasos firmes en Centroamérica y México. Nos regala otra frase inquietante: “hay procesos que demandan nuestra presencia en el momento y no cuando podemos…”.

A las 14 regresamos al salón y fue tiempo para que Antillas y México expusieran. La motivación para todos los Organismos fue responder: ¿qué situaciones acompañamos?; ¿cómo estamos respondiendo a ellas?; ¿qué logros y dificultades detectamos? La diversidad y complejidad de las realidades de nuestros territorios conviven con el empeño y la terquedad de la familia claretiana por parir la Vida y la Dignidad que Jesús prometió.

En el marco de estas presentaciones, la provincia de Colombia-Ecuador hace una propuesta concreta a Solidaridad y Misión – MICLA: apoyar la campaña “Contemos la verdad: toda persona desaparecida tiene una historia”.

Terminadas las presentaciones, se nos invitó a formar 4 mesas de trabajo según los temas Extractivismo, Derechos Humanos, Migraciones y Proyectos. Una hora de trabajo por grupos, para respondernos por nuestras experiencias y por los clamores y desafíos fundamentales. Antes del plenario, hubo recreo para algunos y deporte para otro grupo. Fútbol y básquet hicieron parte de los “Juegos Olímpicos alternativos”, con sede en Mixco. En el plenario alcanzamos a escuchar las conclusiones de los primeros tres grupos. El grupo de Proyectos queda para mañana.

La comunidad del Noviciado nos recibe para celebrar la Eucaristía en la capilla. Nos presentamos mutuamente y nos disponemos. Mayra, Marta, Alix y Demuel, por la Delegación de Antillas, nos invitan a cambiar muerte y caos, por vida y armonía. Un altar descuidado es transformado, poco a poco, en una mesa frugal y fecunda. Alix presenta la Palabra con un bellísimo canto en creol, lengua del primer pueblo que gritó “Libertad” en América Latina y que hoy necesita seguir gritando. El evangelio es JPIC, dice Mateo, y entonces: ¡a vivirlo!

La cena antecede un breve momento para mirar algunos videos. Despedimos a Pablo Cala, quien sigue su camino como Defensor de los Derechos Humanos. ¡Gracias por todo, Pablo!

Se va silenciando la casa, se apagan algunas luces, se envían los últimos whats app, arreglamos el mundo con un café compartido. La luna menguante, limpia en el cielo centroamericano, nos convida al descanso. Es el final de otra jornada intensa y estamos felices del trabajo realizado. Hemos vuelto a escuchar y compartir realidades duras y de alta conflictividad, donde la vida está seriamente amenazada. Pero también nos hemos animado en la esperanza: más tarde o más temprano, se abrirán las grandes alamedas por donde pasen nuestros pueblos libres…