Panamá, 30 de junio de 2016
Hermanos de Provincia:
En las semanas pasadas hemos podido aprovechar unos días de Ejercicios Espirituales entre nosotros, primero en San José de Costa Rica y después en Guatemala. Para los que no tuvieron esta oportunidad, les cuento, y a los demás, que nos sirva de repaso.
Se nos invitó a ver nuestra vida como historia de salvación: a creer recordando y a recordar creyendo; a descifrar la presencia de Dios en nuestra vida; a reconocer que nuestra vida tiene carácter sagrado; a poner en relación el libro de nuestra vida y el libro de la Palabra; a poner nuestra vida en el espejo de la encarnación de Dios; a entender la teología como biografía. E identificamos nuestra vida con la metáfora de un árbol.
Empezamos viajando a las raíces que nos sostienen y alimentan. La tarea es recordar y agradecer: tiempos, lugares, acontecimientos, personas. ¿Qué ha pasado? Para avanzar: redefinir, consolidar, asumir. ¿Qué he llegado a ser? ¿Qué ha contribuido a hacer de mí la persona que soy ahora? ¿Cómo cuento mi vida y la historia? ¿En qué me fijo? En el reloj de mi vida, ¿en qué hora estoy? ¿Prisionero del ayer? A la memoria también le entran virus (memoria ingrata, selectiva, sensacional, nostálgica, resentida, fragmentada) y no la dejan ser ‘memoria agradecida’. Jesús, como antivirus, es capaz de hacernos leer adecuadamente nuestra historia y comprender nuestra vida, más allá de las heridas, como guiada por Dios. ¿Me veo creciendo en profundidad o me quedo en la superficie?
Pasamos después al tronco del árbol de nuestra vida. Es el que da consistencia e identidad. La tarea es vivir con pasión y amar. ¿Qué está pasando? ¿Tengo conciencia de lo que me pasa? ¿Qué estoy siendo ahora? ¿Cómo estoy viviendo el presente: la edad y la misión? ¿Con qué ganas, energía y entusiasmo? ¿Me siento fecundo? ¿Para quién mi vida está siendo bendición? ¿De qué me estoy alimentando? ¿Qué fragilidades y vulnerabilidades descubro en mi tronco? ¿Estoy perdiendo el tiempo y las oportunidades? ¿Para qué NO tengo tiempo y para qué SÍ? ¿Cuáles son las dudas y tentaciones del presente? ¿Cómo lucho contra ellas? ¿Qué me está fortaleciendo en identidad y consistencia? ¿Quién manda en mi vida, quién es el señor, a quién doy poder? Debo ser ‘memoria viva’ y no perder la llave de mi historia ni ponerla en manos de resentimientos, apasionamientos, creencias irracionales, traumas. Somos testigos-mensajeros de la alegría del Evangelio ejercitando la libertad, la responsabilidad, la pedagogía del discernimiento, el liderazgo participativo, la solidaridad, la comunión y la colaboración.
Seguimos nuestro viaje por la metáfora del árbol de nuestra vida y llegamos hasta las ramas: expresión, expansión y protección del tronco. La tarea es ‘abrazar el futuro con esperanza’. ¿A qué me siento llamado? ¿Qué motivaciones y potencial descubro en mí? ¿Qué aspiraciones, sueños, planes y proyectos están vivos en mí? ¿Cómo me siento ante el futuro? ¿Prevalece la esperanza o el miedo? ¿Cuáles son mis prioridades y metas? ¿Tengo tareas pendientes? Las ramas necesitan poda para renovación del árbol, ¿hay algún hecho en mi vida que me sirve de poda y purificación? ¿Qué pasos tengo que dar para crecer integralmente?
No nos quedamos en las ramas, llegamos a los frutos, por los que se conoce al árbol. La tarea es alimentar a otros. ¿A qué soy enviado? ¿Cuál es mi misión a estas alturas de la vida? ¿Está siendo significativa mi vida para alguien? ¿Cómo me identifico con el carisma y misión de la Congregación? ¿He encontrado mi lugar, mi especialización? ¿Cómo estoy viviendo la fecundidad de mi vida? ¿Qué experiencia tengo de la fecundidad de mis momentos negativos: enfermedades, limitaciones, heridas de relación, ingratitudes, vacíos afectivos, fracasos…? ¿Qué limita mi disponibilidad misionera?
Tampoco nos quedamos en mirarnos cada uno como un árbol en solitario. Por último nos reconocimos en el bosque, con otros árboles, en comunidad, conviviendo. La tarea es valorar(se), confrontar(se), apoyar(se) y colaborar(se). ¿Con quiénes estoy viviendo? ¿Cómo me siento en mi comunidad actual? ¿Necesito de la vitalidad, estímulo y protección de los demás? ¿Qué relaciones fraternas estoy viviendo? ¿Siento la pertenencia a la comunidad y a la Congregación de forma activa y participativa? ¿Qué quiero y que no quiero vivir en la comunidad? ¿Cómo está mi capacidad de dar y recibir amor? ¿Qué falla en mí cuando no logro amar? ¿Qué heridas pueden estar abiertas? Es necesario caer en la cuenta de algún comportamiento hiriente y dar algún paso concreto de calidez y cercanía en la arboleda de nuestra comunidad actual. ¿Cómo estoy viviendo la hospitalidad, la interculturalidad y la relación entre distintas generaciones?
Con estos Ejercicios Espirituales acabamos la tarea propuesta por la secretaría de espiritualidad y formación permanente para este segundo trimestre del año: situarnos en la estancia de arriba, ser misioneros ‘con Espíritu’ y alentar en nosotros mismos una pastoral de la fidelidad a la vocación. Para este nuevo trimestre se nos propone releer la MS desde el segundo rasgo con que el Espíritu quiere que se nos identifique: “Oyentes y Servidores de la Palabra de Dios” (MS 42).
Este tercer trimestre del año es tiempo ya de mostrar nuestra disponibilidad misionera de cara a los próximos destinos en el mes de octubre. Les invito a entrar en comunicación sincera y diálogo abierto unos con otros y también conmigo. Necesitamos misioneros para Gunayala. No es una misión más. Se necesitan misioneros bien dispuestos, capaces de amar el lugar y de dialogar con la cultura y su tradición religiosa. Como dice nuestro Directorio (n. 120) “los que se sientan especialmente llamados, ofrézcanse a los Superiores, a imitación de nuestro Fundador”. Activemos estos meses todos los mecanismos de comunicación y facilitemos los destinos.
Los destinos de cada trienio es una oportunidad en la Provincia para revisar nuestras posiciones y resaltar nuestras prioridades más allá de las necesidades locales. Esta vez resaltaremos la Procura misionera y el Centro de Espiritualidad Bíblica desde Guatemala. En estos meses de julio y agosto pasaré por muchas de las comunidades presencialmente o podremos vernos en los Encuentros que va a haber en Guatemala o comunicarnos por algún medio.
En el mes de septiembre, a un año de haber celebrado el Capítulo General, el Gobierno General nos ha convocado en Sri Lanka a todos los superiores mayores a una reunión para impulsar el Plan de Acción de la Congregación. Y, de entrada, nos hacen estas preguntas que me pueden ayudar a contestar:
a) ¿Qué se ha hecho en su Organismo para dar a conocer la declaración capitular “Missionarii Sumus” y cómo ha influido ésta en la vida de las personas, de las comunidades y del Organismo en general?
b) ¿Cuáles son las tres prioridades que su Organismo ha fijado como respuesta a los principales desafíos que están viviendo en estos momentos?
c) ¿Cómo puede apoyar el Gobierno General la tarea de animación que su gobierno está realizando en su Organismo?
d) ¿Qué asuntos de alcance congregacional cree que deberían abordarse en el Encuentro de Sri Lanka?
Ya está próxima la visita en Panamá y Guatemala de la secretaria general del Movimiento de Seglares Claretianos (MSC), Bernardeta Arbaiza. Le acompañará un matrimonio de Seglares Claretianos. Participarán, entre otras cosas, en el Encuentro provincial de Pastoral Vocacional. Que el Espíritu haga prender y reavive el carisma claretiano en los seglares que acompañamos.
Algunas fechas de nuestra programación provincial a tener en cuenta en este tiempo en que recordamos a tantos de nuestros beatos mártires:
JULIO:
– Encuentro de Pastoral vocacional en Guatemala, del lunes 11 al sábado 16.
– Aniversario 167 de la Fundación de la Congregación, sábado 16.
– Regresa a la Provincia el P. Fredy Cabrera tras los tres años de estudios en Roma, martes 26.
AGOSTO:
– Encuentro de MICLA de Solidaridad y Misión en Guatemala, del lunes 8 al lunes 15.
– Beatos mártires claretianos de Barbastro, sábado 13.
– Encuentro provincial de Solidaridad y Misión en Guatemala, del lunes 15 al viernes19.
– Consejo provincial en Panamá, del lunes 29 al jueves 1 de septiembre.
Tengamos presentes de manera especial a los PP. Elías y Porfirio Ruiz que este 10 de julio cumplen 50 años de sacerdocio; al P. Martiniano Lombraña que este 16 de julio cumple 50 años de profesión religiosa; a nuestros enfermos, y al P. Edgardo Guzmán que está en Loyola haciendo el mes de Ejercicios Ignacianos.
Que la celebración de un nuevo aniversario de la fundación de nuestra Congregación misionera en la Fragua del Corazón de María y la celebración del testimonio de nuestros mártires nos pongan en pie de disponibilidad.
Cordialmente:
P. Ismael Montero Toyos, cmf.
Provincial de Centroamérica