Por: Giselle Zamora Arroyo
San José, Costa Rica
22.11.2025

     Desde febrero hasta noviembre de este año, en los talleres de Lectura Popular y Comunitaria de la Biblia, estuvimos formándonos con tres temas principales: el año del Jubileo, el Evangelio de Lucas y el tema del Profetismo.

El pasado sábado 15 de noviembre del 2025, concluimos nuestro año de formación de forma presencial con el tema: Nabot, la tierra y el poder real en 1 Reyes 21, impartido por la profesora Elizabeth Cook, Rectora de la Universidad Bíblica Latinoamericana.

Después de la bienvenida cálida a los presentes, la oración y el agradecimiento a los participantes por su compromiso y fidelidad a la Palabra, se presentó a la profesora Elizabeth Cook, quien con mucha creatividad invitó a algunos de ellos a dramatizar el texto.

     Este, trata acerca del rey Acab, que influenciado por su esposa Jezabel, usurpa la viña de Nabot de forma ilegítima y cruel, destacando la injusticia y la corrupción. Acab, utiliza su autoridad para oprimir y asesinar a un ciudadano inocente, demostrando la corrupción que surge cuando el poder no sirve a la justicia. La historia nos describe que el abuso de poder requiere la complicidad de otros, que en este caso son los líderes de la ciudad.

Nabot se niega a vender su viña porque era una herencia familiar, algo que la ley de Dios protegía. Su firmeza en la integridad, aunque le costó la vida, es un recordatorio del precio que a veces se debe pagar por mantenerse fiel a los principios.

El caso de Nabot y la viña es una clara violación de la Ley de Dios, que ha sido manipulada y utilizada para justificar un asesinato, mostrando cómo la ley puede ser pervertida para el mal. Elías actúa como la voz de Dios, enfrenta a Acab a pesar de su poder y posición, aunque no pudo salvar a Nabot, sí defendió su causa y denunció el abuso de poder del rey. Esto nos demuestra cómo debe ser nuestra actitud ante cualquier abuso de poder e injusticia como profetas y profetizas actuales.

     El poder corrompe y puede alterar el comportamiento de una persona, genera una sensación de impunidad que fomenta la arbitrariedad y el abuso, ya que no existen controles que limiten su ejercicio.

Pudimos analizar con el texto las realidades que vivimos en nuestros países y comunidades: ansias de poder, autoritarismo, regímenes políticos corruptos, impunidad, violencia, la migración forzada directa o indirectamente, el despojo de tierra de los pueblos indígenas, la minería, etc. Este análisis del texto nos demuestra una vez más que Biblia y Vida no pueden estar separadas y que leerla en forma contextualizada nos debe llevar a tomar decisiones y a comprometernos con las causas de la justicia, aunque esto signifique enfrentar situaciones incómodas.

Luego de tanta sabiduría compartida, terminamos la celebración con rifas, regalos, un acto cultural por parte de la familia Melara, fotos, un almuerzo y sobre todo con un gran deseo de seguir compartiendo la Palabra y haciéndola vida. Soñamos encontrarnos de nuevo el próximo año y con el compromiso de ser portadores y testigos de la Buena Noticia, siendo coherentes y fieles al Proyecto de Dios.