Por: Ernesto Bermúdez
Managua, Nicaragua
16.6.2025

     La comunidad claretiana en Nicaragua, las parroquias de María Auxiliadora en las Sabanas, y Guadalupe – Corazón de María en Managua, se llenaron de alegría y gratitud al vivir la ordenación diaconal de los estudiantes Jorge Luis Morales, cmf. y Byron Uriel Calero, cmf., y con ello, el Espíritu Santo ha certificado nuevamente que sus tiempos son perfectos.

Ambos estaban notificados de ser ordenados el sábado 10 de mayo 2025 de manos del Cardenal Leopoldo Brenes, en la Catedral Metropolitana de Managua, junto con otros cinco formados de la Arquidiócesis de Managua. La fecha se vio pospuesta por el fallecimiento del Papa Francisco, por lo cual el cardenal Brenes viajó a Roma para participar de las congregaciones previas al cónclave del cual era elector.

     Luego de un tiempo, y al regreso del cardenal a Nicaragua, se recibió la nueva fecha de ordenación: el día 7 de junio, víspera de Pentecostés. Al inicio, humanamente se pudo pensar que era un día de mucho trabajo, preparación de vigilias y la gran solemnidad de Pentecostés, pero luego, pensando y discerniendo, caímos en cuenta que el Espíritu Santo es quien sin duda inspiró la fecha al cardenal, para que fuesen ungidos con los dones y frutos que Él trae consigo, y más en la víspera de Pentecostés, por lo cual lo vimos como un regalo y gracia grande de parte de Dios. Por lo que, en el título hemos puesto: Diáconos con Espíritu, porque fue en su fiesta que les quiso ungir y lanzar al servicio de la Palabra, como lo hizo en otro tiempo con los apóstoles que salieron del cenáculo con una fuerza de Palabra grande y contagiante.

     Fue muy emotivo y alegre ver a nuestros dos estudiantes, junto con sus familias y la feligresía de las parroquias mencionadas, darse cita en la Catedral de Managua. Los momentos de oración, sobre todo la consagratoria, fueron tan especiales porque sentimos la unción para los neodiáconos como para la comunidad parroquial asistente. Sabemos que será una ordenación diaconal que llevaremos en la memoria y el corazón, porque bien sabe el Señor cuán anhelado ha sido este momento.

Oremos y acompañemos siempre a Jorge y Byron en su diaconado transitorio, para que puedan ser fieles a la misión encomendada, prestos al servicio, cercanos y disponibles, y, sobre todo, como recomendaba el padre Claret: que ardan en caridad. Que el Señor, en su tiempo, les conceda el ministerio presbiteral para darse en plenitud al servicio de Dios y su iglesia.