Por: Hna. Melinda Roper, Maryknoll

Darién, Panamá
21.4.2024

     Partimos de la convicción de que el bosque tiene valor en sí mismo y no solamente por los beneficios que ofrece a la comunidad humana. La ciencia nos informa claramente acerca de los beneficios que los bosques hacen a la humanidad; este conocimiento debe ayudarnos a tomar conciencia de que nosotros los humanos, formamos parte de un todo.

Somos conscientes que hemos heredado valores pasados de una lógica piramidal, donde reina la superioridad humana, pero es interesante como la realidad actual nos hace caer en la cuenta de que no somos tan superiores, bastaría mencionar temas como: la escasez de agua dulce, el cambio climático, el aire y los océanos contaminados, el COVID, nuevas enfermedades, ante lo que muchas veces no sabemos cómo responder.

Es preocupante que ante toda esta situación la sociedad humana, no ha descubierto cómo organizarse para tomar decisiones por el bien común, seguimos funcionando bajo el engranaje que beneficia a unos pocos, al costo de la mayoría.

Para entender un poco el ordenamiento natural, mencionamos que existen los ecosistemas del planeta tierra, en ellos entra el bosque tropical y Darién es un bosque tropical. El bosque tropical brinda a la comunidad humana una integridad de comunicación, colaboración, resiliencia y regeneración que nos es difícil comprender desde nuestra visión o estructura piramidal. De aquí que la tala indiscriminada de los bosques es una acción que no solamente elimina árboles, sino que destruye por completo todo el ecosistema, por si fuera poco, a este problema se le suma la creación de potreros, los arrozales, las plantaciones de tecas, que beneficia a unos pocos de la comunidad humana y están siendo un paso clave hacia la desertificación de Darién.

¿Cómo darnos cuenta de la presencia de Dios en su misma creación? Les menciono una práctica sencilla, es más que una idea o un mero conocimiento, es respirar conscientemente, tú sabes que respiramos siempre y que nuestra vida depende de ello, pero casi nunca nos damos cuenta de que estamos respirando.

Esto recupera la enseñanza que la biblia nos presenta desde el principio, donde nos encontramos con la Rúa, el respirar o Espíritu de Dios presente en toda la creación, en lo que da vida. Les invito a respirar conscientemente durante este día y gozar de la presencia del Espíritu de Dios en tu vivir.

Para finalizar, creo que la destrucción del bosque destruye la capacidad humana de amar la vida y lo más doloroso es que no nos damos cuenta.