Por: Alejandro Fernández
San José, Costa Rica
20.4.2024

     Esta Semana Santa, la viví en la comunidad de Peñas Blancas, ubicada en Pérez Zeledón, la cual fue una experiencia enriquecedora, en cuanto a que fue para mí una educadora, porque la viví de manera distinta y de forma más comprometida a diferencia de otros años. La misma se convirtió en una escuela de aprendizaje, debido que el compartir con las personas de la comunidad: niños, jóvenes y adultos, me permitió acercarme más a sus realidades, y a conocer más acerca de la vivencia de la fe. Fueron días de mucho compromiso, entrega, y oración.

También tuve la oportunidad de acompañar a las visitas de los hogares, y me encontré con personas muy amables y contentas de que fueran a sus casas, es una oportunidad para compartir más con ellos. Esta experiencia me llevó a tener esa cercanía mayor con ellos, y esto me ayudó a reconocer esa presencia de Dios, que siempre acompaña en este proceso de discernimiento vocacional y a profundizar más en la vocación claretiana. En este sentido, me siento agradecido con Dios que me ha dado la oportunidad para adentrarme en este camino de seguimiento, de sentirme acompañado en mi proceso.

Con ello viene a mi mente un texto bíblico de Jr 20,7ss “Me has seducido Señor y me dejé seducir”, ya que ha sido Dios quien ha tenido la iniciativa de llamarme y de animarme cada día para responder sí a su llamada y como el profeta dispuesto a anunciar su Palabra hacia los demás.