Por: Gabriel Dion Klau, cmf

Parroquia Corazón de María, Cd. Peronia, Villa Nueva, Guatemala

17.1.2024

“También en otras ciudades debo
predicar el Evangelio del Reino de
Dios porque para eso fui enviado”
(Lc 4,43).

Una de las características de los misioneros Claretianos es que siempre caminamos y seguimos encontrando diversos rostros en sus aventuras misioneras. Defino la experiencia de misión en Peronia como una misión desde la periferia/desde abajo donde lo que se necesita es un acercamiento familiar y compartir con ellos experiencias de vida. La misión de Peronia no basta hacerla sólo desde el púlpito o desde la oficina; la experiencia misionera en Peronia durante dos meses me ha posibilitado un discurso nuevo: ser misionero no basta con predicar, sino, que es necesario “salir” ayudar a levantar a quienes han caído por cargas físicas y psicológicas; escuchar las historias y los gritos de la vida cada día.

Este discurso no requiere que miles de escritores de libros respondan, sino que requiere de compromiso y disposición para enfrentar y responder a cada desafío en esta misión. Convertirse en un misionero en “salida” es una de las muchas maneras que se pueden utilizar para responder cada pregunta en la misión en Peronia.

Realmente disfruté esta misión porque había muchos rayos de alegría en los rostros que conocí durante esta aventura misionera. Por supuesto, este encuentro con varios rostros es también una oportunidad para preguntarme: ¿Qué significa tener una identidad de misionero con carisma Claretiano? Finalmente, enfatizo que la misión se trata de quién, no de qué.