Ciudad de Panamá, Panamá; 23 de junio de 2023.
Por: E. Onel Pérez, cmf.

En este cuarto día, con actitud de agradecimiento, nos dispusimos a trasladarnos a la Catedral Metropolitana para celebrar juntos la Eucaristía. Aprovechando la situación y el recorrido, continuamos con un poco de la historia de Panamá, narrada por el padre Marco Antonio Pineda, cmf., quien destacó uno de los lugares más importantes donde se gestó la semilla misionera de los primeros Claretianos, que fue la primera casa adosada al Convento de Santo Domingo, donde vivió la primera comunidad de Misioneros Claretianos.

Al hacer este recorrido, nos situamos frente a la casa, que aún existe en la actualidad con remodelaciones, pero sin perder las bases originales. Tal cual hoy sigue siendo similar a nuestro caminar misionero en Centroamérica; es por ello que al situarnos frente a esta casa nos dispusimos a dar gracias por la presencia de nuestra misión impulsada por todos aquellos que nos han precedido y que hoy su testimonio sigue siendo legado e inspiración para nosotros.

De tal manera que, desde una pequeña oración dirigida por el padre Javier Hernández cmf., unimos todos nuestros sentimientos de gratitud y así nos encaminamos hacia la Catedral, donde continuaríamos nuestra Celebración Eucarística, presidida por Monseñor Pedro Hernández, cmf.

Al retornar al Santuario Nacional, retomamos nuestras actividades, dando paso a la presentación del papel que juega la Procura de Misión por el padre Javier Hernández, cmf., quien hizo énfasis en el objetivo de esta Procura, que conlleva seguir potenciando la sinodalidad, desde el trabajar juntos. Parte de esa labor comprometida se ha venido desarrollando de tal manera que la Procura se ha convertido en instrumento de promoción y apoyo a todas nuestras misiones donde además de lograr que los equipos Misioneros tengan los recursos para sus tareas apostólicas, también busca alianzas para establecer proyectos solidarios que ayuden al proceso de transformación en nuestras comunidades más vulnerables, a quienes volvemos nuestra mirada de sensibilidad y solidaridad. Uno de los desafíos es seguir organizando equipos jurídicos en cada país para hacerle frente a esta realidades impuestas por los distintos contextos culturales y sociales.

Seguidamente, en este espacio de seguir construyendo juntos, se organizaron nuevamente equipos de diálogo con el fin de hacer propuestas que nos puedan ayudar a seguir asumiendo e identificándonos con la misión desde una articulación de comunicación que nos ayude a responder de manera urgente oportuna y eficaz desde la comunión y participación de todos y todas.

Luego de poner en plenario los aportes, se continuó con la presentación de PROCLADEGUA, el padre César Espinosa, cmf., nos explicó la labor misionera desde la unión con otras organizaciones partiendo desde la solidaridad y la sensibilidad que nos impulsa a generar proceso de cambio en la sociedad sobre todo en los lugares más empobrecidos desde la gestión de proyectos y programas de voluntariados que contribuyan al desarrollo la protección de la vida y la dignidad de la persona para ello, se culminó este momento de presentación con un video de testimonio por una hermana de Guatemala promotora de proyectos, perteneciente a la cultura indígena.

Al cierre de esta tarde, nos dispusimos a orar juntos con los hermanos de Nicaragua y Costa Rica quienes nos prepararon un momento de oración desde la identidad misionera donde nos hacen volcar la mirada a la imagen de nuestro padre fundador reflejada en un fragmento de la película San Antonio María Claret, quien fue capaz de ser audaz y responder a las exigencias de su época, a pesar de las dificultades y las consecuencias que le llevó su entrega misionera.

Por la noche, continuamos con la presentación de Claretianos insignes donde en esta ocasión, correspondió a nuestros hermanos de Costa Rica y Panamá. Por parte de nuestros hermanos de Costa Rica nos presentaron el legado del P. José María González, cmf.; mientras que por parte de los hermanos de Panamá, nos presentaron al insigne Monseñor Carlos María Aris Bolea, cmf., quienes se destacaron por su labor itinerante, humilde y cercana con los pueblos, sin distinción, identificándose con la causa del Evangelio.