Arizona, Atlántida, Honduras; 20 de marzo de 2023.
Por: Hno. Henry Hernández
Como Parroquia El Pilar, en Arizona, Atlántida, Honduras, en el día de la mujer queremos hacer mención del emprendimiento de muchas mujeres hondureñas, que se han organizado y luchado en pro de los derechos de la mujer, relacionado con la defensa de la Casa Común, la lucha por la defensa del Río Jilamito que fue concesionado a empresas extractivas, pero actualmente por la resistencia la concesión se ha denegado.

Mujeres Claretianas y del movimiento del sector Yusa. Waldina Santos coordinadora del grupo de mujeres Claretianas y del movimiento, nos compartió su experiencia con la Madre Tierra, la cual señala que ha sido “muy bonita”, porque hemos aprendido a cuidarla, protegerla, estamos muy seguras, “que es nuestra mamá”. Y sabemos también que, la Madre Tierra es nuestra guía, nos enseña y atrae como mujeres a saber protegerla, cuidarla y que de ella depende todo para nosotras las mujeres.
En cuanto a su papel en la lucha del Río Jilamito, Waldina ha estado desde un principio, es ahí donde ha aprendido como mujer a saber elegir, a saber, que los ríos son nuestros y que somos parte del Río Jilamito. “Jilamito es nuestra parroquia, es nuestro pueblo, es parte de nuestro ser laicado, porque hay muchos hermanos involucrados en ese río que lo necesitan. Soy parte de ese Jilamito que luchamos, que sufrimos…”, señaló Waldina. Para Lesly Barahona, miembro del grupo de mujeres Claretianas y del movimiento, su experiencia en el grupo ha sido beneficiosa, pues la organización le ha permitido madurar como mujer, recibir formación en talleres de organización, género y derechos y ha sido productiva en lo personal en su cocina, como madre soltera, ha cosechado muchas verduras, alimentos para su hogar, “Hemos logrado llenar nuestra canasta básica, con hortalizas, maíz, verduras y legumbres”, nos compartió Lesly.

Mujeres “Manos solidarias, huertos familiares” de la comunidad de Kilómetro 17.
Maura Rodríguez, mujer activa de esta comunidad nos comparte que “somos hijas de la pandemia”, pues iniciaron durante la pandemia, por iniciativa de la coordinadora Doña Eva.
Como grupo han recibido beneficios como capacitaciones y donaciones. Actualmente tienen varios proyectos en mente, tales como un molino eléctrico para procesar sus productos “el choco pinol” que como grupo procesan, además de ponerlo al servicio de la comunidad. “Queremos hacer una galera o champa para producir nuestro propio abono, también cultivamos mostaza, pepino, habichuela, tomate y chile”, nos cuenta Maura y les auguramos éxitos en sus proyectos futuros.