Playa Blanca, Coclé, República de Panamá; 17 de febrero de 2023.
Por: Jessica M. Domínguez D.
El pasado 01 de febrero, El Santuario Nacional del Corazón de María en Ciudad de Panamá, conmemoró un aniversario más de los Mártires Claretianos, que han sido beatificados 184 misioneros claretianos, incluyendo una mártir beata misionera de María Inmaculada, en casi 175 años que vamos a cumplir como congregación; los mártires de la familia claretiana son muchos más y los recordamos en este día tan significativo en el que se cumple un año más del atentado a nuestro fundador San Antonio María Claret en Holguín, Cuba, siendo arzobispo, momento en el que empezó a experimentar la sangre del martirio, don con el que soñó, como aquellos primeros claretianos que habían muerto mártires allá en España.

La celebración estuvo presidida por el superior provincial para Centroamérica, Padre Ismael Montero, CMF, quien resaltó el significado para nosotros de conmemorar a nuestros mártires en este Santuario dedicado al Corazón de María, que tiene un rincón especial para recordar a los mártires, espacio que siempre debe permanecer en este santuario, como hijos del Corazón de María, pues a veces se puede creer que consagrarse a María es una devoción, algo fácil, pero no lo es, es ser hijos predilectos como Jesús, nuestro mártir primero, por eso nuestros mártires nos acercan a Jesús, son hijos predilectos del Corazón de María, como Jesús.

El Padre Ismael en su homilía agradeció a Dios la fidelidad de los mártires hasta el fin “…permanecer fieles a la vocación a la tarea misionera, nos recuerdan la fidelidad a la identidad que tenemos, misionera, la fidelidad a la pertenencia, a quién pertenecemos, no a una ideología, pertenecemos a Jesús y lo hacemos con una vivencia que nos lleva a veces hasta entregar la vida. Fidelidad a la identidad, a la pertenencia, es propio de nuestra congregación, nuestro ministerio al servicio de La Palabra, el martirio es parte de este ministerio de La Palabra, nuestro ministerio es Jesús, es aprender de Jesús, de este hombre que se entrega hasta el fin, que ama como Dios que en la cruz nos da nueva vida, el mártir Jesús.”

Resaltó también, cuatro grandes amores fundamentales de los mártires claretianos: el gran amor a La Palabra, a la Eucaristía, al Corazón de María y a la Congregación, lo que se traduce hasta nuestros días en un “gran testimonio de amor fiel, generoso y perpetuo.” Durante esta sentida homilía, el superior provincial, destacó la celebración de los 100 años de la presencia Claretiana que empezó por Panamá y luego se extendió a toda Centroamérica, presencia que es fruto de nuestros mártires señalando que: “¿Saben cómo oraban nuestros mártires? Oraban por los que les estaban matando, oraban para permanecer fieles, pero oraban sobre todo con esta intención y se detienen en ella: morimos rogando que nuestra sangre estimule el desarrollo de la congregación y su expansión por todo el mundo.” Este es el secreto de nuestra llegada a Panamá y extensión por toda Centroamérica, afirmó el Padre Ismael, “… la oración de nuestros mártires en vísperas de dar la vida…”

Finalmente, se despidió la celebración agradeciendo que el testimonio de los mártires hace surgir nuevas vocaciones. De nuestras tierras panameñas y centroamericanas, cada año, jóvenes se sienten llamados al Señor como se sintieron llamados nuestros mártires y siguen diciendo “cuenten con nosotros, queremos que nuestra vida se ponga a disposición de la misión”.

“Hemos aprendido de Claret a ser hijos del corazón de María y hemos aprendido de Claret en su definición, la que nos ha dejado, es dimensión del martirio, un hijo del Corazón de María es un hombre que arde en caridad, que nada le asusta, que afrenta todo, pero sobre todo que sigue a Jesús en todo, en trabajar, en orar, en sufrir hasta la cruz, en el martirio.” Homilía del 01 de febrero de 2023, día de los Mártires Claretianos, Padre Ismael Montero, CMF.