Guatemala, lunes 21 de julio de 2025
Por el E. Walter Cuy, CMF,
Con espíritu disponible y agradecido iniciamos la última jornada del XV Capítulo Provincial, con la oración de la mañana animada por los estudiantes. Uniendo nuestras voces, cantamos: “Alegre la mañana que nos habla de ti”, dando gracias a Dios por lo vivido y por los compromisos que este Capítulo nos deja. Soñamos con una Congregación que, al estilo de Claret, forme “almas enamoradas”, apasionadas por la misión y por la expansión del Reino, encendiendo el fuego del amor en nuestras comunidades y en las realidades que acompañamos.
Después del desayuno, se nos concedió un tiempo para la lectura personal de los documentos elaborados durante estos días, que proyectan la vida y misión de la Provincia para los próximos seis años. Posteriormente, se realizó la plenaria en la sala capitular, iluminada por el texto bíblico de Mateo 28,16-20: “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo”. Esta certeza nos sostuvo en la oración, que se unió también a través de la aplicación Fussimanya, pidiendo con anhelo la renovación del espíritu claretiano en cada uno.
A continuación, se procedió a la lectura del acta del día anterior, la cual fue aprobada por los presentes. Luego se revisaron los documentos PPVM 2025 y PACA 2025, con observaciones y sugerencias de redacción presentadas por algunos hermanos.
Se ofreció un breve espacio para que los misioneros que visitaron Santa María de Jesús compartieran su experiencia. Destacaron el agradecimiento profundo del pueblo indígena kaqchikel por la cercanía fraterna, el anuncio de la Palabra y la administración del Sacramento de la Reconciliación, signo de esperanza para una comunidad herida por el reciente terremoto.
Para continuar enriqueciendo el Plan de Acción de la Provincia, se organizaron trabajos en grupos con el objetivo de proponer tres énfasis misioneros para animar la vida claretiana. A las 2:30 p.m. se retomaron los diálogos en grupos, continuando con este proceso de discernimiento en comunión.
Antes de comenzar la plenaria de la tarde, rezamos juntos la Oración Apostólica a través de la aplicación Fussimanya. Luego, los cinco grupos presentaron sus aportes, los cuales fueron escuchados con atención por los capitulares, con la esperanza de que sirvan como guía al nuevo Gobierno Provincial.
Durante la jornada, se presentó y distribuyó un folleto de hermenéutica bíblica, elaborado por el Centro de Espiritualidad de Guatemala, uno de los muchos frutos de esta posición misionera. Posteriormente, se abrió un espacio de diálogo en sala capitular para tratar algunos asuntos mayores, en un ambiente de fraternidad y escucha mutua.
Casi al final de la jornada, se realizó una evaluación de la metodología del encuentro. El presidente del Capítulo, P. Pedro Belderrain, CMF, dirigió unas palabras de cierre, subrayando la riqueza del trabajo realizado con los laicos. Animó a no olvidar el mensaje que nos dejaron en la carta que presentaron: debe releerse y discernirse, pues entre líneas hay mensajes profundos para nuestro presente y futuro. Recordó además que nuestro carisma no está congelado, sino que se revaloriza en los énfasis pastorales discernidos para la misión en Centroamérica. Cada Provincia hace su propio camino, y el nuestro ha de seguir con esperanza y audacia.
La jornada culminó con la Eucaristía de acción de gracias, presidida por el nuevo Gobierno Provincial. Con el canto “Jesús está entre nosotros”, comenzamos la celebración que recogía los frutos del Capítulo. El Evangelio nos confrontó: ¿cuál es el sentido de nuestras actividades apostólicas? No solo nos cuestiona, sino que nos impulsa a caminar en esperanza y conversión, buscando identificarnos cada vez más con Jesús evangelizador, siendo “hombres nuevos con un corazón grande para amar”, y dispuestos a aterrizar los sueños a la realidad concreta de nuestra querida Centroamérica.
El día cerró con un gesto festivo: la celebración del cumpleaños del Estudiante Walter Cuy Vásquez, CMF, quien participó como invitado en el Capítulo. Entre cantos y pastel, dimos gracias a Dios por el don de su vida.