Por: Donaciano Alarcón, cmf
Ciudad de Guatemala, Guatemala

20.11.2023

Hemos vivido con mucha emoción y entrega estos tres días de convivencia juvenil claretiana en Guatemala. Desde hacía más de un año se había estado preparando. Por un lado, la comunidad de Semají (Parroquia San Antonio de Padua), como sede, por el otro, las demás parroquias claretianas (Corazón de María (Peronia), Claret (San Cristóbal), El Dulce Nombre (Santa María de Jesús). Hemos tenido muy presente las novedades arrojadas por nuestro último Capítulo General, conectados, desde luego, con la realidad intercultural que enriquece a este hermoso terruño guatemalteco: Abriremos nuestras comunidades a los jóvenes con propuestas de oración, convivencia, voluntariado misionero y trabajo que les ayuden a conocer de cerca nuestra vida, discernir su vocación y comprometerse en la construcción de un mundo mejor. (QC. #67, pág. 43).

Fuimos bien recibidos por David Martínez cmf y los jóvenes de Semají, encargados de la logística del encuentro. La asistencia fue alrededor de 250 jóvenes, sin contar a los religiosos.

Cabe destacar, que uno de los logros de encuentros como estos, es darle a la juventud todo el protagonismo y los misioneros ser acompañantes, guardianes del orden y la disciplina, con el objetivo de motivarlos a la conquista de su interdependencia y del desarrollo de sus capacidades; necesarias, en sus presentes y futuros proyectos de vida: nuestra pastoral anima cada vez más a los jóvenes a implicarse personalmente en la transformación del mundo (QC. Sueño y diseño 4, (e), pág. 42).

La bienvenida al Encuentro estuvo bajo la responsabilidad del P. Abel Carvajal cmf., los temas principales, fueron presentados por el P. Mario Morales cmf. y mi persona, resaltado la figura de Claret como referente juvenil. Nos acompañaron también las Hermanas Cordimariana de Santa María.

La alegría era contagiosa, la participación de los jóvenes, indescriptible. Tuvimos la hermosa aportación de elementos culturales propios en la oración de la noche del sábado (Quekchíes) y de la mañana del domingo (Maya Mam). Con espíritu de sinodalidad, colaboramos con agentes de diferentes culturas, etnias y religiones para la transformación del mundo según el designio de Dios (QC. #79, Sueño y Diseño 6, pág. 46-47)

Concluimos el Encuentro con la solemne Eucaristía presidida por el p. Mario, quien exhortó a los jóvenes a no echar en saco roto la hermosa experiencia vivida en esos días, les insistió que al volver a sus parroquias siguieran encendiendo con la llama del amor a otros jóvenes invitándoles a la transformación del mundo.