Por: Catherine L. Hung Cano
Ciudad de Panamá, Panamá
21.11.2023

Panamá es un país con mucha biodiversidad y naturaleza, es realmente bendecido por Dios.

Comprender los motivos de la firma de un contrato minero desde 1997, realmente lo único que reafirma es la gran corrupción y sed de poder del hombre. El Gobierno tuvo la oportunidad de hacerlo mejor. Sin embargo, cayó en la misma tentación, renovando el 20 de octubre de este año, el contrato y dando lugar a la mayor mina a cielo abierto en Centroamérica.

Al respecto, conversamos con Kevin, Anthony, Carla, Astrid y Lelia, niños de primera comunión y esto es lo que nos expresan: “Si fuera presidente, jamás hubiera aceptado un contrato así; “No comprendo cómo un gobierno puede firmar un contrato que afecta el futuro del mismo país donde ellos y sus futuras generaciones viven”; “Creo que jamás podría ser presidente pues yo soy una persona buena y para ser presidente, definitivamente hay que tener mal corazón”; “Panamá es un país rico en todo el sentido de la palabra, ahogado y endeudado por la corrupción”; “Hemos luchado mucho en toda nuestra historia, para ser un país independiente. Me niego a que Canadá se adueñe de nuestros recursos”.

También tienen la interesante perspectiva de que, decidir que Panamá sea un país minero se debe realizar de forma correcta y honrada, garantizando un desarrollo sostenible, que no dañe la naturaleza, agua, animales, ni el medioambiente, cuya operación pueda ser realizada por panameños, creando oportunidades de estudios y plazas para que nosotros seamos nuestros propios expertos, así como lo hemos realizado en la administración de un canal. ¡Panamá no se vende, es verde y su gente la defiende!