Peñas Blancas, Costa Rica; 19 de abril de 2023.

Por: Fredy Estuardo Cabrera Ventura, Cmf.

«El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres», reza el salmo 125 dando testimonio fehaciente de la bondad y la misericordia de Dios. 

La identidad misionera te concede oportunidades infinitas para suscitar encuentros que van generando vida a su paso. La experiencia se vuelve más significativa si por alguna razón eres invitado o enviado pues te da la certeza de que Dios te acerca a esa realidad con algún propósito.

Desde la comunidad de la Casa de Ejercicios Espirituales, con la intención de acompañar al Pueblo de Dios durante las celebraciones de la Semana Santa (Pérez Zeledón, Ciudad Neily y Talamanca) nos dispusimos a la Misión.  A nuestra aventura misionera se sumaron jóvenes de los procesos (JUCLA) y de la (CONVOC) y contamos con la ayuda y generosidad de muchas personas que colaboraron con víveres para compartir con las familias necesitadas, dinero para costear los viajes, preparación de materiales para las catequesis y una constante oración. Así es como la misión no la viven sólo los directamente implicados porque se generan dinamismos que acompañados y sostenidos por la comunidad generan vitalidad, entusiasmo, comunión, salud y fe compartida. 

La visita a la diócesis de San Isidro del General, en el Cantón de Pérez Zeledón, surge de esas conversaciones que buscan mantenernos en comunión y en colaboración con la Iglesia local y los Obispos (CC 6). Las necesidades pastorales de muchas diócesis y parroquias; el desafío de la no instalación y de sabernos Iglesia en salida misionera; la religiosidad y fe todavía latente en muchas familias y comunidades fueron los ingredientes perfectos para estos días de proximidad, compasión y ternura

Resguardados por el imponente Cerro Chirripó y bañados por las aguas cristalinas del río El General se encuentra la parroquia San Miguel Arcángel con sus doce filiales a cargo del P. José Israel Gutiérrez, sacerdote diocesano, quien nos recibió junto al Consejo Pastoral de la filial Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, de Peñas Blancas.   

Siempre los mayores aprendizajes surgen para quienes vamos de misión, donde todo cuenta: las visitas a los hogares, especialmente a los adultos mayores y enfermos, los encuentros con niños, con jóvenes y con parejas, las oraciones, la paciente escucha, la solidaridad, la mesa compartida, los sacramentos, las bendiciones, las liturgias y todos los gestos que suscitan amor y alegría en los corazones.  

Queremos compartir un extracto de la oración que nos acompañó durante estos días misioneros: «Envíame entre las personas que has creado, ya sea en todo el mundo o al otro lado de la calle. Concédeme la gracia de ser bienvenido y el valor para dar testimonio de tu Amor. Que mis palabras no se impongan al invocar tu espíritu. Que mis actos no sobresalgan mientras muestran tu fidelidad. Aunque pueda vacilar, ayúdame a levantarme de nuevo, haciendo tu voluntad siempre. Y cuando me vaya, que digan: “Era una persona diferente. Se ve que conocía al Señor”».

Seamos comunidades en permanente salida misionera, vivamos de la alegría que brota de las pequeñas cosas, anunciemos al Dios de la vida con Espíritu de Pascua, enfrentando toda adversidad, sanando las heridas, venciendo la muerte.