mujica01Ciudad del Vaticano 04-11-2016 (REDIM).- El expresidente uruguayo Pepe Mujica cerró con una conferencia magistral los debates del III Encuentro Mundial de Movimientos Populares, en el Vaticano. Refiriéndose a las democracias representativas afirmó que estas viven un momento de crisis y de falta de credibilidad. Entre otras cosas porque responden a intereses de los pequeños grupos de gran poder económico y no a los intereses de las mayorías.

“62 personas en el mundo tienen lo mismo que 300 millones de personas… y lo peor es que su patrimonio está creciendo al 21 por ciento anual”… Estos números, afirmó, grafican el proceso de concentración de la riqueza. “Esta concentración económica es también concentración de poder político. Son los poderes económicos los que deciden en nuestros países”. Son las presiones del poder económico en la política las que “han generado la seudo municipalización de los gobiernos. Y esto le está quitando credibilidad al sistema representativo”.

Tenemos también, afirmó Mujica, políticos dedicados a la acumulación de dinero. “La política debe ser una pasión, no una profesión. Hay que comer, hay que dormir, tener un techo, pero no más… al que le guste mucho el dinero que se dedique a la banca, al comercio o a la industria, pero no a la política”, afirmó con énfasis.

En su intervención, el presidente Mujica, hizo también duras críticas a la actual cultura del consumo que marca nuestra forma de actuar y de pensar: “Las señales del mercado que nos obliga a comprar, a comprar y a comprar… y a caer en bobadas (tales como): yo no quiero que a mi hijo le falte nada… Pero, le falta el padre –que no lo ve ni en foto, porque sale de madrugada y viene de noche-“.

Para Mujica, “hay que tener límite para trabajar… Todo ser humano debe trabajar, pero, la vida no es para gastarla sólo trabajando… La vida necesita tiempo para el ejercicio de la libertad… Debemos rescatar la libertad de vivir, de poder hacer lo que más nos guste, de estar con la familia, con los amigos, pasear, pescar, que se yo… Hay que honrar a la vida, al milagro de estar vivos.”

Se trata afirmó, don Pepe Mujica, de “ejercer el libre albedrío, de poner nuestra existencia al servicio de cosas que tienen que ver con la solidaridad. Porque la solidaridad nos humaniza… Por ello, la cultura solidaria no es posible dentro de la ideología capitalista”.