13988112_1049391131817240_816473015139361837_o

Casa de Retiros Claret, Mixco – Guatemala Jueves 11 de agosto

Mientras se anuncian posibles lluvias por la tarde, la mañana nos vuelve a recibir con sol y una brisa poco perceptible, pero allí, presente.

Luego del desayuno, completo si los hay, caminamos atravesando el campo de juego donde ayer descollaron los deportistas. Nos esperaban los hermanos de Colombia Venezuela para seguir alabando a Dios, ahora explícitamente. Los signos representativos de cada país y Organismos dieron el marco a la presentación de las víctimas que necesitan y exigen memoria, justicia, verdad y reparación integral. Ernesto recoge un dicho popular: “pobre del pobre que al cielo no va; lo joden aquí y lo joden allá”. Un contundente texto, leído por voces de distinto color, da el tono de profecía y denuncia indispensable para quien se dice misionero. Mujer bonita es la que lucha. Y también la que bendice: Marta, Mayra y Nubia lo hacen para finalizar nuestra oración. Más tarde nos enteraríamos que este pequeño gesto, es un modo de ir derrumbando las estructuras cainitas…

Ronaldo, animador desde que nació, nos invita a tomarnos la foto grupal, tarea que se logra en escasos 3 minutos. Algunos hablan de que es un récord Guinness para este tipo de emprendimientos. Se ensaya el video-adhesión a la campaña “Queremos contar la verdad”. ¡Casi sale! Lo dejamos para más tarde.

Ya en el salón, se da lectura a las conclusiones del grupo de proyectos. Luego, German, con potencia explicativa y meridiana claridad, anima la provocación bíblica. Resulta que el problema del fratricidio no era solo de Caín y Abel, sino que había toda una descendencia que explica cómo funcionan los grupos de poder y la estructura cainita. Dado que las primeras páginas de la Palabra de Dios maldicen las estructuras de poder y nosotros somos Servidores de la Palabra, ¡las maldecimos también!

¡Las cosas que hace Dios! Aquél misionero que en 2013 fuera amenazado y calumniado por anunciar el Evangelio antiextractivista, ahora está frente a esta Asamblea para compartir la alegría de anunciarlo. César Espinosa nos marca la ruta de la Evangelii Gaudium. ¡Cuántas palabras se han vuelto molestas para este sistema!
No podemos decir lo mismo de las que nos envía nuestro General desde Madrid, ya que son de mucho aliento. En su carta, el P. Mattew agradece el compromiso de tantos hermanos con la causa de JPIC, pide reforzar nuestras redes y estar atentos a nuevas problemáticas.

Vamos a los grupos, que se constituyen igual que ayer. Se dialoga en torno a preguntas que solo pretenden ser orientativas: las palabras fluyen entonces con libertad.Almorzamos un pollo exquisito, bien salseado. Las cocineras conquistan una foto, que se adjunta a la presente crónica.

Retomamos a la tarde, leyendo y aprobando el acta del día anterior. Luego se da lugar a las intervenciones de las “antenas”, agregándose Salvador con una oportuna intervención: ¿cómo animamos a los demás claretianos que no están aquí?

A continuación, Henry y Fernando aportan algunas líneas de reflexión en torno a la Laudato Si’. Quienes creyeron conmocionarse con las palabras de Francisco, no habían escuchado aún a Ismael, que nos sacudió con los vientos de libertad y audacia que trae el último Capítulo General de la Congregación. Mientras varios, jubilosos, nos preguntábamos cómo se puede escribir con la pluma tan suelta, Ismael susurraba “ha sido un poco ambicioso el Capítulo”. Es cierto, pero ¿la misión no debe tener ambiciones? ¡Hacía allá vamos!

Toda la asamblea graba el video-adhesión a la campaña propuesta por Colombia-Ecuador y ahora sí gritamos: “¡Contemos la verdad!”Hicimos un breve descanso y retornamos a los grupos.

Sin plenario, pero con eucaristía, continuamos. Salvador y Pepe, por Perú-Bolivia, nos animaron a compartir la Palabra y el Pan. Justicia y Misericordia, las claves que nos llevamos. Pepe recita: “podemos ir en paz”. Esto incluye su travesía transoceánica: mañana deja el encuentro y se va a su pueblo, donde habrá gran fiesta el 15 de agosto. ¡Buen viaje, hermano!

La cena tiene un final diferente: nos ayuda en la digestión la caipirinha. Luego de la lima y la cachaça, el tiempo de los videos. Y lo que iba a ser una crónica más breve, se extiende nuevamente gracias a la propuesta de “deporte nocturno” que nos hace P. Santi. Llega un camión con Biblias al Noviciado. Pero entre el gigante de 24 ruedas y la puerta de la casa es preciso hacer una cadena de traslado. La sentencia del Capítulo General “nos esforzaremos…” se hace realidad. La tarea concluye con una ronda de jugo, panes dulces y risas.

El cielo relampagueante termina por dar paso a un rico aunque breve aguacero. Mejor hoy que mañana, que tenemos el paseo. El olor a la tierra mojada llega desde los jardines. ¡Hasta mañana!