Por: P. Freddy Ramírez, cmf, a partir de la Crónica del P. Wilmer Aguilar, cmf.

Mixco, Guatemala

2.6.2025

     Del 15 al 18 de mayo, en la casa de retiro Claret, se llevó a cabo el Quinquenio 2025 de los Misioneros Claretianos, un espacio de encuentro y renovación que congregó a hermanos en formación inicial y en etapa de especialización. Conmemorando el día de San Isidro Labrador, se dio inicio con la Eucaristía presidida por el P. Carlos Burgos, prefecto de formación, quien animó a vivir este tiempo con gratitud y apertura.

Durante las jornadas se compartieron momentos de oración, formación, fraternidad y misión. Destacó la participación del P. Mauricio Borges, secretario de espiritualidad, quien presentó el esquema de trabajo, así como la inclusión de hermanos conectados en línea desde otras realidades comunitarias. El clima de fraternidad fue palpable en los espacios de descanso, alimentados de risas, cantos y reflexiones profundas.

El sábado, tras el trabajo en grupos sobre el Plan General de Formación, los participantes se dirigieron a la comunidad de Peronia, donde fueron recibidos con calidez por la feligresía. La Eucaristía fue presidida por el P. Gabriel Klau, y concelebrada por los miembros del Quinquenio, fortaleciendo el lazo entre formación y misión.

El domingo, el P. Josué Lemus celebró su primer aniversario sacerdotal, y el P. Luis Gonzalo Diez, cmf, ofreció una enriquecedora ponencia sobre la debilidad como oportunidad para el discernimiento. El encuentro concluyó con una Eucaristía en la parroquia Claret, recordando, en palabras del P. Lemus, que “la virtud más importante es el amor”, como enseñaba San Antonio María Claret.

     Este Quinquenio fue, sin duda, una bisagra significativa entre la formación y la misión, entre la interioridad y el envío.