Ciudad de Panamá, Panamá, 18 al 24 de julio

Por: El equipo de Crónicas del Encuentro.

Primer día: De la llegada y el reencuentro.

Luego de un largo o corto tiempo de pandemia, según se perciba, donde la virtualidad se hizo realidad y el encuentro digital una manera de articularnos y comunicarnos, la comunidad de discípulos y discípulas de la Solidaridad y la Misión nos convocamos en Panamá entre el 18 y 24 de Julio.

Y fuimos llegando… venidos de Montevideo, Guatemala, Riosucio, Medellín del Ariari, Toluca, Guadalajara, Sao Paulo, La Paz y Jersey City. Panamá, se hizo Comunidad de mujeres y hombres, convocados en torno a la Solidaridad y la Misión. Sintiendo la ausencia de nuestros hermanos de Antillas y Estados Unidos – Canadá, que por razones de salud y trabajo no pudieron llegar a cumplir esta cita. En medio de las convulsiones sociales que vive Panamá, por el estallido social que se presenta en las calles de la ciudad, nuestros hermanos claretianos nos recibieron con la alegría que se vive al reencontrar a la familia.

La Comunidad del Santuario Nacional del Corazón de María son nuestros anfitriones y con el calor fraterno dispusieron los lugares para nuestras reuniones, de comida y descanso. Al caer la tarde, esta comunidad discipular tuvo su primera reunión para presentarse, para dar la bienvenida a las personas nuevas y para rencontrarse quienes ya llevan varios años de caminar conjunto. Luego de organizar los tiempos, los bloques de trabajo y las animaciones para dinamizar nuestra reunión, nos fuimos sintiendo cada vez más hermanos y hermanas. Al iniciar la noche, salimos de caminada para reconocer nuestro entorno y sentir la suave caricia del viento, que viene del mar. En torno a la comida, los diálogos de vida fueron surgiendo, en la cálida escucha de la vida, de los hermanos y hermanas que han arriesgado su vida para construir la paz; entre risas y sorpresas fuimos conociendo la historia de vida de esta comunidad unida por el amor a la justicia y la paz.

Segundo día: De la fraternidad que se construye en la Comunicación.

Con la alegría que produce la fraternidad y la comunión en la causa de las personas empobrecidas y excluidas, nos juntamos en la oración de la mañana, compartiendo nuestras vidas, ¿Quiénes somos? Y cual ha sido nuestra historia. Un bello compartir, personal y familiar, permitieron reconocer el paso de Dios por nuestras vidas.

La reunión del Equipo de Coordinación del Equipo de Solidaridad y Misión de MICLA, ha iniciado formalmente, con la presencia de las Provincias de México, Colombia-Venezuela, Perú-Bolivia, Colombia Oriental y Ecuador, San José del Sur, Brasil, Centro América y un delegado del Equipo Claretiano ante la ONU. Los Hermanos de la provincia de Estados Unidos-Canadá y Antillas se excusaron por motivos de salud y cruce de agendas.

Abordar la importancia de la Comunicación en la construcción de la fraternidad y la vida del Equipo como un “nosotros” al servicio de las prioridades continentales, fue el primer punto de la agenda; la necesidad de revisar nuestras formas de comunicar a partir de comprender los axiomas de la comunicación, de responder o sostener silencio, o de guardarlos, constituyen procesos de discernimiento personal y colectivos en los que se sostiene lo más urgente y eficaz para la construcción de relaciones fraternas que permitan el dialogo y la animación oportuna en la escucha y acompañamiento de los gritos de nuestras comunidades y Pueblos.

Un segundo tema que abordamos como parte de este necesario proceso de formación y punto de análisis de la realidad fue hacer una mirada crítica a la Agenda 2030 y la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en la vida Claretiana, sin desconocer la responsabilidad de los Estados y las causas que originan los problemas es necesario sumarnos a transformación del mundo en la Casa común para todos y todas. Sin perder nuestra acción profética es necesario sumarnos a buscar salidas a esta crisis ambiental y social que estamos sufriendo, resignificando el compromiso de nuestros Organismos de MICLA con las causas del Reino de Dios y su Justicia, a través de la mirada eclesial de JPIC.

En otro momento de la Jornada pusimos nuestra mirada y nuestros oídos al caminar recorrido en la Red Iglesia y Minería, un caminar que hemos logrado hacer como Claretianos de América, uniéndonos con otros y otras que buscan apoyar a las comunidades que sufren el rigor de los impactos de las industrias extractivitas que destruyen los territorios, la diversidad de ecosistemas y violan sistemáticamente los derechos humanos. Un caminar que nos ha llevado a comprometernos en la campaña de desinversión minera que no solo es invitar a otros y otras sino asumir nuestros propios procesos de transformación.

La Eucaristía fue un momento para hacer la lectura de Fe frente las realidades que viven y sufren los pueblos originarios de la Abya Yala, escuchar la Palabra y compartir el pan nos permitió unirnos con las causas que defienden los territorios.

Terminamos la noche escuchando la experiencia de trabajo del Equipo de SOMI del Santuario del Corazón de María, quienes han venido desarrollando una serie de acciones y proyectos que promueven la solidaridad y la justicia en torno a la Migración, los impactos del extractivismo y los Pueblos indígenas, al tiempo que ayudan a visibilizar el aporte gratuito de las comunidades originarias al cuidado del Chocó Biogeográfico. Han venido organizando la acción pastoral del Santuario en torno a la Solidaridad y la Misión, impulsando el voluntariado y la acción humanitaria como una expresión de justicia social más allá que una acción aislada de caridad, sino potenciando y direccionando los recursos hacia las prioridades continentales de SOMICLA, en la asunción de procesos transformadores de las condiciones de vida de nuestros hermanos y hermanas en los márgenes. Gracias SOMI del Santuario Corazón de María-Panamá por vuestro testimonio de compromiso con las causas del Reino.

Tercer día: “Querida Congregación” nos inspira y desafía.

La comunidad discipular, en torno a la Solidaridad y la Misión, inicia el día, con la oración inspirada en la condición de injusticia que millones de mujeres sufren. Fue un momento de lectura de fe, a partir del texto de la mujer que sufría flujos de sangre y la hija de Jairo. Una relectura de fe que nos hace el llamado a poner rostro y nombre a quienes sufren esta serie de injusticias.

Luego, nos dejamos inspirar y desafiar por los sueños que fueron plasmados en el Documento Capitular “Querida Congregación”, el Padre Julio Daniel Arváez Polanco, Cmf nos compartió el proceso de participación y elaboración, nos invitó a releer los textos del ‘Camino de Emaús’ y el ‘Camino de Jericó’ para mostrarnos que estos dos caminos hacen parte de una misma realidad de la Iglesia y de la Congregación, que no solo deben vivir un encuentro con Cristo sino que también debemos ser capaces de bajarnos y socorrer a quien esta tirado en el camino, víctima de los poderes de la muerte. Estos dos textos nos permitieron ubicar los Sueños que Querida Congregación ha plasmado para el área de Solidaridad y Misión, especialmente en torno a la Justicia, la Paz y la Integridad de la Creación.

El Padre Henry del Equipo Claretiano ante la ONU presentó como podría ser la implementación de los  Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la vida y misión Claretiana, reconociendo que nuestra acción social y la búsqueda por la justicia no inicia ni se agotan en los ODS, sino que ha sido una tradición milenaria que debemos profundizar y promover en la Congregación.

En horas de la tarde Paola Pastor, compartió los resultados de la sistematización de los formularios en torno a JPIC, Procura – Proyectos y Voluntariado, los resultados de esta sistematización serán un insumo importante para la evaluación de la vida de nuestro equipo.

Terminamos la jornada con la Eucaristía presidida por el padre Henry Ramírez, Cmf quien nos invitó a recuperar y hacer conciencia de la comunicación no verbal y lo que comunica nuestro cuerpo.

Cuarto día: Mirar nuestra Misión como EQUIPO.

En un ambiente de oración en la que escuchamos el clamor del pueblo afrodescendiente, indígena y campesino Colombiano trasmitido por la voz de nuestro Hermano Marcial Gamboa, nos dejamos interpelar para después revisar nuestra misión como Equipo Coordinador de Solidaridad y Misión de MICLA.

La comunidad discipular continuó elaborando su Visión y Misión, a partir de la revisión del plan de acción que se había establecido luego de la Asamblea virtual de 2020. Cada uno de los miembros del Equipo fue proponiendo una redacción de la Visión- Misión, la que discernimos juntos. Realizamos la revisión de nuestras próximas actividades y luego salimos para el Centro de Acompañamiento Integral a Refugiados y Migrantes Hogar Luisa. Allí afinamos oído para escuchar y conocer el trabajo que se realiza a favor de las personas migrantes. Este Centro es de la Arquidiócesis de Panamá y El Santuario del Corazón de María realiza un acompañamiento espiritual y humanitario con las personas que son acogidas en este Hogar. Escuchar las vivencias de los migrantes y refugiados nos sigue interpelando y desafiando en el discernimiento de cuál sería nuestra acción claretiana continental frente a este flagelo que cada día impacta con mayor rigor a nuestros países.

Cerramos la jornada mirando y dejándonos interpelar por la película “Las tres muertes de Marisela Escobedo” (Neflix), un testimonio de amor resiliente que impacto nuestras subjetividades, sensibilizándonos con esta realidad de sufrimiento y muerte sistémica, que sostenidamente se intenta invisibilizar y naturalizar y que constituye la violencia hacia las mujeres.