El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán (Lc, 21, 33)

Por: P. Jeremías Lemus, cmf.
San Pedro Sula, Honduras
22.01.24

Identidad: El Ministerio Laical de Delegados de la Palabra de Dios en Honduras es una organización que tiene como objetivo formar y consolidar la experiencia de comunidad de fe entre los laicos, están comprometidos con una vida y espiritualidad alimentada por la Palabra de Dios. Está compuesto por hombres y mujeres, con dedicación especial de profundizar y llevar el mensaje evangélico a sus comunidades y parroquias. El ministerio busca promover la participación activa de los laicos en la vida de la Iglesia y en la misión evangelizadora.

Formación : Quienes asumen este ministerio laical, reciben especialmente formación bíblica y pastoral para fortalecer su capacidad de transmitir la Palabra de Dios de una manera efectiva y relevante. Se forman también en diversos contenidos, sabiendo que su tarea es amplia y va más allá del culto dominical.
Algunas parroquias o iglesias diocesanas cuentan con planes y programas formativos para este ministerio, otras experiencias son compartidas con entidades o escuelas que ofrecen formación especializada y según la necesidad o interés de algunos miembros se apuntan para capacitaciones concretas. Además, desarrollan la capacidad solidaria al servicio de las iglesias locales pues algunos de ellos también se vuelven multiplicadores de agentes de pastoral y colaboradores con otros servicios dentro y fuera de la Iglesia. Se dan casos en los que algunos delegados comparten otro ministerio laical como el de Ministros extraordinarios de la Eucaristía, por lo que deben también formarse en este ministerio, o por su cercanía con otros grupos y movimientos eclesiales, son conocedores de otros modos de vivir la fe cristiana.

Misión y tarea: Además de difundir la Palabra de Dios, los Delegados, también participan en la pastoral sacramental, la catequesis y en otras actividades pastorales de la Iglesia. Su labor se realiza en estrecha colaboración con los sacerdotes y otros agentes pastorales, con el fin de promover una Iglesia más viva como signo de comunión y fermento de nueva sociedad.
Un aspecto que condiciona bastante es el contexto. Por ejemplo, vivir el ministerio entre comunidades rurales es diferente que en las zonas urbanas o semi urbanas. En las zonas rurales, los Delegados son líderes comunitarios de la fe y sobre ellos recae muchas veces la vitalidad de la experiencia de la fe, la preparación de los sacramentos, la coordinación de los servicios comunitarios y la articulación con otras comunidades. En los ámbitos urbanos es distinto, en cuanto que, por la cercanía a las sedes parroquiales y la presencia más cercana y continua de los sacerdotes u otros agentes de pastoral, comunidades de religiosas, etc, el protagonismo es diferente.

Testimonio de un Delegado de la parroquia Corazón de María, SPS.

¿Cómo te llamas? Marcos Castillo, como mi papá. Y completando la referencia familiar, tu mamá ¿Cómo se llama? Irma Esperanza Trejo.

¿Dónde y cuándo naciste? Nací en la Paz, el 17 de junio de 1981.

¿Cómo podrías definir el ambiente de fe de la familia de la que vienes? Mi familia es católica de siempre y nos inculcaron la fe cristiana desde siempre.

Sobre el ministerio laical ¿Qué debemos saber de los delegados de la Palabra? ¿Cómo, dónde y porqué surgen? Surgen por la necesidad de predicar el evangelio. Nacen en la semana santa en las comunidades rurales, en Choluteca, el sur de Honduras.

¿Cuál es su tarea fundamental? Servir a las comunidades y como un apoyo al ministerio de los sacerdotes, al servicio de la feligresía.

¿Cómo se organizan? Como ministerio con estructura general, luego en comisiones y directivas…

¿Qué requisitos son necesarios para optar por este ministerio laical de delegado de la Palabra? Puede ser soltero o casado, que tenga experiencia de vida sacramental, ganas de servir y testimonio en la comunidad. Son cooperadores de los obispos y colaboradores con los sacerdotes en el ministerio de la Palabra.

¿Qué aceptación o estima tienen en las comunidades cristianas? Muy buena, los consejos locales cuentan con nosotros y con la confianza de los sacerdotes.

¿Existe alguna diferencia o algo que les distinga entre los contextos rurales con respectos a los urbanos y viceversa? En las áreas rurales, debido a la ausencia de sacerdotes son más conocidos y mejor aceptados. En las zonas urbanas por la cercanía y disponibilidad de sacerdotes los feligreses prefieren la celebración de la eucaristía y sobre la aceptación de la tarea de los delegados es menor.

¿Se puede hablar o concebir una espiritualidad de delegados de la Palabra, específica? Sí, porque se trata de fortalecer la fe y el servicio de animación en la fe a los hermanos, fortalecidos por la Palabra de Dios.

¿Qué perspectivas se visualizan con el ministerio laical de delegados de la Palabra? Seguirá habiendo demanda de su servicio, la dimensión profética tiene vigencia siempre, la vida sacramental tiene muchos desafíos y la animación de comunidades de fe y expresión de amor.

¿Qué aporta a tu vida este ministerio laical? Por mi condición d delegado, mi vida se expresa, en todos los ámbitos, como lo que soy, en la cotidianidad, en las conversaciones… siendo testimonio de fe.

¿Cómo lo vive tu familia? Con aceptación, siendo un apoyo y soporte, siempre.