TODOS LOS SANTOS, CICLO B, 1 DE NOVIEMBRE
Una canción inocente —¡y tan inocente, como que era una canción para niños del catecismo!— decía con tonada también muy simple: “¡Al Cielo, al Cielo, al Cielo quiero ir!”… Y lo repetía: ¡Al Cielo, al Cielo, al Cielo quiero ir!… Pero ahora se me ocurre preguntar: ¿y no habrá más profundidad de la que imaginamos […]