Domingo 9 de abril de 2017
Domingo de Ramos en la Pasión del Señor
San Mateo 21, 1-11: “Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea”
Queridos hermanos y hermanas, saludos cordiales para todos ustedes. Llegamos por fin a la Semana Santa; con fe viva y esperanza renovada nos acercaremos a los misterios de la pasión, muerte y resurrección del Señor. Que estos días sean la gran oportunidad de reafirmar nuestras vidas en el seguimiento de Cristo.
En este domingo la liturgia ornamenta de rojo nuestros altares y vestimentas sagradas, recordando la entrega generosa y dolorosa de Jesús, que hoy es recibido en Jerusalén entre cánticos y vivas como un rey, y en unos días será crucificado como un malhechor y abandonado por sus propios discípulos. Se trata del drama de la vida de Jesús, el de Nazaret de Galilea (v.11), el Hijo de Dios (Mt 27, 54), vida y salvación nuestra.
En el Evangelio que se proclama en la bendición de los ramos hay una pregunta, al final del texto, que también nosotros estamos invitados a hacernos: ¿Quién es éste? (v.10). La población de Jerusalén se pregunta consternada quién es ese que llega entre tanta algarabía y montando un burro… La capital está acostumbrada a las entradas triunfales del rey Herodes, o a las llegadas del procurador Poncio Pilato, escoltado por su ejército… Los estandartes, las trompetas, los caballos y las armas desenvainadas eran lo propio de tales actos. Sin embargo Jesús no entra en la Ciudad Santa de esa forma. Montando en una burra, avanzando entre la alegría de los niños y ensalzado con ramas verdes, el profeta de los pobres de Galilea llega con el estandarte de la paz y el mensaje de la buena nueva, para reunir a los hijos de Dios dispersos y ofrecer gratuitamente la salvación a todo el que quiera recibirla.
Pregúntate: ¿Quién es Jesús para ti? ¿Quién es ese Jesús que por tantos años has celebrado en las semanas santas? ¿Qué mensaje te transmite? ¿Cómo ha cambiado tu vida? ¿Cómo inspira Jesús a tu familia? ¿Qué relación tienes con Él?
Estos días son una preciosa oportunidad para ahondar en el misterio de la persona de Jesús a través de la oración, las celebraciones eclesiales, las procesiones y la adoración. Pregúntale al Señor: ¿Quién eres tú, Jesús? ¿Qué quieres revelarme de ti este año? ¿Qué buena noticia me traes a mí y a mi familia? Permite en estos días santos que Él te hable al corazón.
Saca en este día un ratito para leer la Pasión y orar a solas. Al finalizar te invito a orar con este himno:
¿Quién es este que viene,
recién atardecido,
cubierto de sangre
como varón que pisa los racimos?
Este es Cristo, el Señor,
convocado a la muerte,
glorificado en la resurrección.
¿Quién es este que vuelve,
glorioso y malherido,
y, a precio de su muerte,
compra la paz y libra a los cautivos.
Este es Cristo, el Señor,
convocado a la muerte,
glorificado en la resurrección.
Se durmió con los muertos,
y reina entre los vivos;
no le venció la fosa,
porque el Señor sostuvo a su Elegido.
Este es Cristo, el Señor,
convocado a la muerte,
glorificado en la resurrección.
Anunciad a los pueblos,
qué habéis visto y oído;
aclamad al que viene
como la paz, bajo un clamor de olivos. Amén.
Este es el tiempo oportuno.
Cordialmente, P. Freddy Ramírez Bolaños, cmf.