Por: Enoc Villarreal
Ciudad de Panamá, Panamá.
12-05-24

     Nos encontrábamos en el día de la fiesta Patronal del Inmaculado Corazón de María el 22 de agosto del 2021 en el Santuario Nacional de Panamá. Día que se aprovechó para llevar a cabo la inauguración del Estudio Televisivo de Radio Claret Digital. Nuevos retos se avecinaban para el equipo de producción porque ya no se trataba sólo de programas radiales, sino que se iba a requerir proyectos televisivos para sacarle provecho al estudio que estaba a la orden del día.

Semanas después de dicha inauguración, me encontraba en la sacristía preparando todo en mi rol de Ministro Extraordinario de la Comunión (MEC). Quien celebraría la misa era el P. Freddy Ramírez, nuestro párroco y mientras esperábamos la hora de inicio de la Eucaristía, conversamos diversos temas, hasta que surgió su propuesta: “Enoc, ¿Te gustaría hacer un programa para jóvenes, aprovechando que tenemos ahora el estudio de Radio Claret Digital? Y yo como soy de lanzado y que no pienso mucho para ponerme en acción, le respondí sin titubear: “Claro que sí Padre. Deme un tiempo para armar el esquema del programa y le presento mi propuesta para que la revise.”

Yo tenía un año de experiencia en el programa de un canal católico nacional, en el que brindaba catequesis complementarias a los jóvenes confirmandos. Esto fue en el año de pandemia ya que las restricciones de salida estaban a flor de piel. Ellos recibían sus catequesis virtuales y después tenían que ver el programa donde brindábamos temas específicos a través de la televisión.

Me basé en esas ideas que tenía ya establecidas y armé mi esquema y una lista de temas con textos bíblicos de referencia. La propuesta fue del agrado del párroco y del productor de Radio Claret, Jesús Jiménez Contreras. Así que pocos meses después iniciaron las transmisiones del programa semanalmente. En ese entonces eran pregrabados, sin embargo, hoy en día ya los lanzamos en vivo todos los sábados a las 10 a.m. a través del canal de YouTube de Radio Claret Digital. ¡No se los pierdan!

Puedo destacar que la experiencia es muy enriquecedora y divertida, ya que el esquema del programa (que consta de una hora) siempre involucra a un invitado especial. Durante la primera parte se comparten experiencias de vida relacionadas a la temática del día. En la segunda parte leemos un texto bíblico, previamente seleccionado, que va relacionado al tema y profundizamos lo conversado anteriormente desde un enfoque espiritual para complementar.

Para preparar cada programa, me reúno días antes con la persona que será mi invitado y escucho su historia y sus experiencias de vida. De manera que el tema que se determine dependa del testimonio que él o ella me comparte. Pienso que la temática adquiere mayor profundidad cuando implica la propia historia de vida del invitado ya que luego se transforma en una maravillosa enseñanza para aquellos que puedan estar experimentando situaciones similares a las compartidas.