San José, Costa Rica. El día 4 de abril ha dado inicio, en la casa claretiana de retiros de San José, Costa Rica, la Asamblea de la Provincia de Centroamérica, con la presencia del Consejo Provincial, encabezado por el P. Ismael Montero, los encargados de las secretarías, los superiores de cada una de las comunidades y el equipo de formadores.
En sus primeras palabras, el P. Provincial ha subrayado que el estar aquí es ya un don del Espíritu, y esto permite a la Provincia entrar en la dinámica de un nuevo Pentecostés. Por ello motivó a evaluar con transparencia y autenticidad el caminar de los últimos 3 años, en vistas a impulsar la misión y la vida comunitaria. La Asamblea, como tarea del Capítulo, es un tiempo especial para reflexionar, orar, y discernir, tal como lo pedía el P. General Mathew Vattamattan en una carta dirigida al Provincial de Centroamérica y a los participantes.
En este segundo trienio de gobierno, el P. Provincial invitó a la apertura al Espíritu, “ir a la estancia de arriba, donde está María, y permitir que el Espíritu esté sobre mí, y ser cómplices del Espíritu”. Resaltó también que este nuevo periodo es importante porque hay cambios de destino, y por ello, es necesario formar equipos, cualificar el trabajo, hacer, mejorar e impulsar posiciones nuevas. Según el Provincial, hay mucha disponibilidad en teoría, pero hay que discernir las motivaciones, ya que entre la misión y la visión hay un corazón. Hay que pasar de la clave de lo geográfico y especializarnos en las prioridades.
A las 6:00 pm se celebró una Eucaristía desde la clave de la Anunciación, en la que se nos invitó a alegrarnos por nuestra vocación, y alimentar la esperanza por “esta grande obra” de la Provincia y de la Congregación.
Después de cenar, se dieron indicaciones para las tareas de la semana, se revisó el cronograma, y se crearon comisiones por áreas de trabajo.
